Los futuros Alfredo y Carmen

Noelia García y Tino Torre, en la imagen, compiten en un congreso federal de las juventudes socialistas, para convertirse en el máximo responsable de esta parcela del partido. Esto de federal suena muy bien, y a mi personalmente me gusta, pero la realidad es que constituye una suerte de democracia orgánica en la que quienes votan no son las bases, sino los delegados, poniendo de manifiesto nuevamente, la escasa democracia interna que tienen los partidos, tanto popular como socialista, con la diferencia de que D. José Luis, el del talante, nos vendió la escisión madrileña como ejercicio de libertad, aunque no lo creyese casi nadie. Estos dos muchachos apuntan maneras de político profesional, dispuestos al sacrificio de una vida que conjuga las ilusiones con las mentiras calculadas, que son una herramienta fundamental en el quehacer de un representante público, sobre todo, si es de izquierdas. Rubalcaba dice tener la solución que no aplicó en los años de gobierno y engañó a propios y extraños en el dos y medio por ciento de déficit, que traducido a millones es una burrada, y por ello agita la calle ahora mientras estos jóvenes cachorros aplauden con las orejas. La crispación solamente puede venir de la derecha, lo que hacen los progresistas siempre se trata de un ejercicio de responsabilidad democrática y de libertad de expresión desde una oposición responsable. Casi nada.