Dicen los analistas que tras la renuncia de Zapatero a presentarse a las elecciones de 2012 se ha iniciado una carrera de caballos para tomar su relevo, pero la prueba será más humilde, para un país empobrecido: una carrera de galgos marcados por el colaboracionismo con quien llegó, de momento, a los cinco millones de parados.
En la salida aparecen el hábil Rubalcaba, de no muy buena salud, el vulnerable y dicharachero José Bono, la ambiciosa y anodina ministra de Defensa, Carme Chacón, y quizás el retador y bizarro presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara.
En política quienes salen primero no son siempre los corredores, sino las liebres mecánicas o humanas, como las carreras atléticas, que tiran de los verdaderos velocistas.
Mientras Chacón y el presidente extremeño se han postulado para relevar a Z., y Bono corre de lado como un cardenal, Rubalcaba es una liebre mecánica a la que están obligando a correr, tirado por la máquina del canódromo.
Sonríe halagado cuando le llaman “Presidente” quienes, de golpe, descubren que Zapatero los ha hundido y es una rémora.
Pero hay otros galgos que se preparan secretamente, como acaba de reconocer el exministro y portavoz del PSOE en el Europarlamento, Juan Fernando López Aguilar.
Quizás tengamos un “tapado”, como los candidatos a la presidencia mexicana que presenta a última hora el PRI. Así era el desconocido Rodríguez Z. que le ganó en 2000 la secretaría general del PSOE al triunfador previsto, Bono.
Atentos a dos vascos, al ministro Ramón Jáuregui, y al lehendakari López, aún tapados; y ojo a Fernández Vara, que es liebre, pero también galgo.
Todos estos tienen experiencia, pero igual a última hora aparece otro inexperto y dogmático de ojos azules para remachar la labor suicida de su antecesor.
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SALAS