Stravinsky y California
Muchos son los compositores a los que les gustan o gustaron los gatos, y hoy hablaremos de tres.
El primero es Aleksandr Borodín, que nació en San Petersburgo en 1833 y falleció a la edad de 54 años en la misma ciudad el 15 de febrero de 1887 mientras bailaba alegremente en una fiesta de disfraces organizada por la Academia de Medicina en honor a sus profesores. Efectivamente, Borodín tenía dos grandes amores, la música y la ciencia, y se pasó la gran mayoría de su vida entre el laboratorio, dando clases en la Academia de Medicina, donde los alumnos le adoraban, y delante del piano. Perteneció al grupo de Los Cinco, también conocidos como “El gran puñado”, formado por los compositores Mili Balákirev, César Cuí, Modest Músorgski, Nikolái Rimski-Kórsakov y él mismo. Compuso la magnífica ópera “El príncipe Igor”, entre otras muchas obras, todas con un marcado acento ruso.
Aleksandr Borodín
Mientras estudiaba en Heidelberg conoció a Ekaterina Sergeyevna Protopopova, una consumada pianista con la que compartía el mismo gusto por Schumann y Chopin, además de ser una de las primeras defensoras de los derechos de la mujer. Se casaron en 1863. Borodin adoraba a su esposa y luchó para que las mujeres pudieran estudiar Medicina en Rusia y lo consiguió al establecer las famosas “Clases de medicina para mujeres”.
Ekaterina Sergeyevna Protopopova, esposa de Borodín
Pero hablemos de gatos. En su autobiografía, Rimski-Kórsakov describe las cenas en casa de su amigo: “Los numerosos gatos de los Borodín paseaban a sus anchas por la mesa, olisqueando los platos de los comensales o saltando en sus regazos. Los felinos estaban protegidos por Ekaterina Sergeyevna. Todos tenían una historia. Por ejemplo, uno se llamaba “Pescador” porque era capaz de pescar a través de un agujero en el hielo. Otra tenía la costumbre de volver a casa con un gatito de muy corta edad agarrado con los dientes y el gatito se quedaba a vivir en casa. Una vez tuve que apartar a un gato que se dirigía hacia mi plato y Ekaterina procedió a contarnos su vida. En otra ocasión, uno se instaló en el hombro de Borodin, que exclamó: “Oiga, caballero, ¡ha ido demasiado lejos!”, pero el gato no se movió.
No tenemos fotos ni retratos de Aleksandr y Ekaterina con sus gatos, pero nos fiaremos de la descripción de Rimski-Kórsakov. Queda muy claro que en la casa de la familia Borodin, los gatos eran los reyes.
Stravinsky con gatos en Venecia
El siguiente compositor es Ígor Stravinski, nacido en Oranienbaum, Rusia, el 17 de junio de 1882 y fallecido en Nueva York el 6 de abril de 1971 a los 88 años. Está considerado como uno de los compositores más influyentes del siglo XX. Fue alumno de Nikolái Rimski-Kórsakov. Serguéi Diáguilev, el fundador de los famosos Ballets Rusos, le pidió que compusiera para sus ballets después de oír “El pájaro de fuego” en París. Stravinski compuso “Petrushka” (interpretado por el famoso bailarín Vaslav Ninjinski) y “La consagración de la primavera” para Diáguilev. El estreno de este último ballet tal vez sea el escándalo más famoso de la historia de la música, con peleas a puñetazo limpio entre los espectadores hasta el punto de que la policía hizo acto de presencia en el segundo acto.
Stravinsky y California
El 23 de enero de 1906 se casó con su prima Yekaterina Nosenko, a la que conocía desde pequeño. Su matrimonio duró 33 años, pero el verdadero amor de su vida fue su segunda esposa, Vera de Bosset (1888–1982). Stravinski conoció a Vera a principios de los años 20, cuando aún estaba casada con el pintor y escenógrafo Serguéi Sudeikin. Parece ser que el flechazo fue inmediato y Vera dejó a su marido al cabo de un tiempo. Desde ese momento y hasta la muerte de Yekaterina en 1939, Stravinski llevó una doble vida, invirtiendo parte de su tiempo con su primera familia en Biarritz y el resto con Vera en París. Stravinski y Vera se casaron en 1940 en Bedford, Massachusetts, donde se había trasladado solo en 1939 para dar una serie de conferencias en la Universidad de Harvard. La pareja no tardó en mudarse a West Hollywood hasta que en 1969 fijaron su residencia en Essex, Nueva York. Obtuvo la nacionalidad estadounidense en 1945.
Igor Stravinsky y su gato California – Foto de Henri Cartier-Bresson (1945)
El compositor y arreglista Nicholas Nabokov, primo hermano del famoso escritor Vladimir Nabokov, visitó a Stravinsky en su casa de California en compañía de Balanchine y de su esposa de entonces, Maria Tallchief, en 1947. Describió el hogar del músico como “una casa de una sola planta, no muy grande, rodeada por un estrecho porche y con una amplia terraza en el lado izquierdo, amenizada por la presencia de un gato, un loro, un canario y varios periquitos”. No cabe duda de que el gato en cuestión era California, fotografiado en brazos de Stravinsky por Cartier-Bresson en 1945.
En 1916 compuso “Las nanas del gato”, publicadas con traducción muy al principio de la existencia de este blog. (http://nazarinasociacion.org/2014/01/20/las-nanas-del-gato/)
El tercer y último compositor es Dmitri Dmítrievich Shostakóvich, nacido en San Petersburgo el 25 de septiembre de 1906 y fallecido en Moscú el 9 de agosto de 1975 a los 69 años.
Dmitri Shostakóvich con gato
Se hizo famoso en la Union Soviética con el apoyo del mariscal Mijaíl Tujachevski, aunque su relación con el gobierno pasó por momentos complejos y difíciles. No obstante, fue alabado y premiado por el Estado, además de formar parte del Soviet Supremo desde 1962 hasta su muerte. Compuso quince sinfonías y seis conciertos, quince cuartetos de cuerda, un quinteto para piano, dos tríos para piano y dos piezas para octeto de cuerda. Al principio de su carrera compuso unos preludios para piano y, posteriormente, dos sonatas, así como otros veinticuatro preludios y fugas. También tiene en su haber tres óperas, varias colecciones de canciones, ballets y muchísima música para cine.
Vivía en Leningrado (actual San Petersburgo) cuando el ejército alemán y finés asedió la ciudad en el verano de 1941. El sitio duraría 900 días y se estima que de los tres millones y medio de habitantes de la ciudad, murieron un millón y medio. Shostakóvich sobrevivió a los primeros bombardeos y se unió a la patrulla de “vigilancia nocturna” dedicada a apagar los incendios provocados por los bombardeos alemanes. Durante los pocos momentos de tranquilidad empezó a componer su Séptima Sinfonía Leningrado. Fue evacuado de la ciudad a través del “Camino de la vida”, construido a través de las frágiles capas de hielo del lago Ladoga.
Dmitri Shostakóvich con gatito
Solo hemos encontrado dos fotografías del compositor con un gato, pero se sabe que siempre tuvo perros y gatos en casa, que jugaba al ajedrez y al póquer, que montaba en bicicleta y que, sobre todo, era un forofo del fútbol. Anotaba todos los resultados, a menudo iba a partidos e incluso intentó sin éxito arbitrar un encuentro.
También se dice de él que era educado y modesto, sin la más mínima arrogancia. Trataba a todo el mundo con la misma cortesía, sin importarle el rango social. No tenía caprichos y se preocupaba muy poco por la ropa que llevaba.