Marty, 25 de abril de 2010
El monte Washington forma parte de la cadena White Mountains (Montañas Blancas) de New Hampshire y es el pico más alto del noreste de Estados Unidos (1.917 metros). Es conocido por sus duras e imprevisibles condiciones meteorológicas; hasta hace poco poseía el récord del viento más fuerte de la tierra (375 km/hora). El observatorio actual fue construido en 1932 y, siempre que el tiempo lo permite, se llega por la carretera Mount Washington Auto Road. También puede alcanzarse la cima con el tren de cadena instalado en 1869.
El observatorio nevado y helado
Ha habido gatos en el observatorio desde su inauguración. Al principio debieron servir para mantener a raya a los roedores, pero ahora son sobre todo animales de compañía. De hecho, son los únicos residentes permanentes, ya que el personal trabaja por turnos semanales.
En 1932, Alexander McKenzie menciona la presencia de un gato llamado Tickie o Tikky, que no tenía rabo. En 1934, el año del “gran viento”, los registros hablan de ocho gatos, nada menos, y entre ellos estaba la gata Oompha, que dio a luz a cuatro gatitos; Blackie, del que existe una foto en brazos de uno de los empleados; Amnonuisance, de extraño nombre; Elmer, y Manx, otro gato sin rabo.
Marty, 1 de mayo de 2011
Una anécdota felina de estos primeros años cuenta que el gato George decidió que la vida en la cima no era de su agrado y, una bonita mañana de verano, bajó hasta la cabaña Pinkham, cerca del pie del monte. Por mala suerte, se encontró con una excursionista que le conocía y le devolvió a la cima.
Saltamos unos cuantos años, concretamente hasta 1967. Greg Gordon, uno de los observadores, trajo a Crazy Cat, que pasó a llamarse Scamp y, finalmente, DFC (las iniciales de Damned Fucking Cat). Llegó a la cima en el tractor de nieve, escondido en la parka de Greg. DFC, a la que sus dueños anteriores no habían tratado bien, tenía mucho carácter, comía lo que fuera, era una prodigiosa cazadora y disfrutaba de una energía inagotable. Al cabo de unos años, el 5 de septiembre de 1970, dio a luz a tres gatitos (padre desconocido) entre los que se encontraba Ginger, un bonito gato macho rubio y blanco. Una noche de niebla, DFC decidió dar un paseo y nunca regresó.
DFC y camada
En esa época todavía existía el edificio de la televisión desde donde se retransmitía a diario. Lee Vincent, el ingeniero jefe y gran amante de los gatos, adoptó a Pushka. No fue difícil encontrar un hogar para los otros dos hijos de DFC, ya que los gatos del observatorio eran considerados celebridades en el valle. Pushka, que significa “gatito” en inuit, era valiente e incluso mató a una comadreja de buen tamaño. Falleció el mes de agosto de 1985 a los 15 años y está enterrado en la cima de la montaña que siempre fue su hogar.
Pushka y Lee VIncent
Después de la desaparición de DFC, no hubo gatos residentes en el edificio del observatorio durante unos años. En 1973, uno de los observadores trajo a Blackberry (Mora), una gatita con seis dedos que había nacido en la granja de su familia. Lo primero fue ponerle un collar con una placa que rezaba: “Propiedad del observatorio de Monte Washington. No se la lleve de la cima”. Nunca llegó a adaptarse completamente al siempre cambiante tiempo, sobre todo al viento. A pesar de ser muy joven, llegó embarazada y tuvo cuatro gatitos en agosto. Todos encontraron hogares en el valle. A mediados de diciembre, Blackberry dio a luz a otra camada de cinco gatitos a los que se llamó Strawberry, Blueberry, Raspberry, Boysenberry y Beriberi. Algunos tenían seis dedos como su madre. Beriberi murió al poco de ser destetada, y tres gatitos fueron a vivir al valle. Solo se quedó Strawberry (Fresa), llamada así por una mancha anaranjada en la cabeza. En abril de 1974, Pushka fue llevado al valle para ser esterilizado e impedir que nacieran más cachorros. En el verano de este mismo año, Blackberry volvió a la granja donde nació, lejos de los vientos huracanados y de la niebla.
Blackberry (Mora)
Strawberry (Fresa)
Strawberry era una espléndida gata de pelo largo y un rabo del que se habría enorgullecido un zorro. Le gustaba pasearse por el observatorio en los hombros del meteorólogo Al Oxton. Tuvo un fin prematuro al caerse en uno de los enormes tanques de agua mientras perseguía a una presa.
Ya en los años ochenta llegó al observatorio una gata tricolor, Inga. Se hizo famosa al aparecer en las camisetas y otros recuerdos disponibles en la tienda abierta en verano. La revista “Cat Magazine” incluso le dedicó un artículo. Fue la única en aprender a abrir la puerta del observatorio, pero jamás se molestó en cerrarla después de salir. Murió en 1994 a la muy respetable edad de 19 años. Jasper, un gato blanco y anaranjado, compartió el observatorio con Inga durante diez años. Su naturaleza tímida impidió que alcanzara la fama, pero tenía otras cualidades. Un atardecer trajo un ratón muerto, lo depositó delante de la puerta y se fue de nuevo. Cuando los meteorólogos le llamaron antes de acostarse, descubrieron una fila de roedores muertos en el porche, alineados de menor a mayor.
Nin delante del observatorio
En 1996 llegó Nin, recogida por un meteorólogo que la nombró Anais Nin, en honor a la escritora, antes de descubrir que era un gato macho. Lógicamente, acabó llamándose Nin. Convivió con Jasper hasta que este último falleció en 1999 después de pasar 14 años en la cima de la montaña. Jasper nunca se llevó bien con Nin porque este le quitaba la comida.
Nin casi llegó a ser tan famoso como Inga gracias a su carácter extrovertido. Hubo que pedir a los visitantes que dejaran de darle de comer porque engordó muchísimo. Al cabo de doce años en el observatorio, en 2007, se hizo público que Nin se retiraba. Ya debía tener 17 ó 18 años y había sido necesario quitarle los dientes debido a una infección. El 26 de diciembre bajó al valle, a su nuevo hogar, donde disfrutó de una vida tranquila durante 18 meses antes de morir el 14 de julio de 2009.
Nin en las alturas
Al retirarse Nin, se decidió que el siguiente residente felino sería elegido por votación popular. Una protectora, la Conway Area Humane Society, propuso tres candidatos y el ganador fue Marty, un Maine Coon totalmente negro que llevaba más de un año sin hogar. Subió al observatorio en enero de 2008 y no tardó en integrarse plenamente a la vida en la cima. En verano de ese mismo año fue parte de un reportaje sobre los Maine Coon. Es un gato de naturaleza aventurera, como demostró al seguir a un miembro del personal en septiembre de 2008 hasta una cabaña a 3 km de distancia. En 2009 tuvo problemas de salud y hubo que quitarle varios dientes, pero sabemos de buena tinta, después de haber consultado la página oficial del observatorio, que Marty sigue siendo una de las grandes atracciones del observatorio.
Inga
Ver el artículo completo en http://www.purr-n-fur.org.uk/featuring/misc01.html