Despedida de soltero
El Dr. Walter Maclay, psiquiatra del Bethlem Royal Hospital, Londres, estaba muy interesado en la esquizofrenia y sus consecuencias en el arte. En los años treinta reunió ocho dibujos de gatos realizados por el artista Louis Wain y los ordenó, desde
el más figurativo al más abstracto, para demostrar la progresión de la enfermedad. Su “serie” ha sido reproducida en un sinfín de ocasiones en libros de psicología. Sin embargo, esta teoría ha sido rebatida en varias ocasiones. Rodney Dale, biógrafo del pintor, dice: “Si tenemos en cuenta la poca información de que disponemos acerca de los cuadros escogidos por el Dr. Maclay, no existe razón alguna para considerarlos algo más que ejemplos del arte de Louis Wain en diferentes épocas. Wain experimentaba con diseños y gatos, y siguió dibujando gatos bastante convencionales incluso diez años después de sus dibujos “supuestamente” posteriores y más abstractos. Solo puede llegarse a la conclusión de que los ocho dibujos fueron realizados en momentos diferentes, como la obra de cualquier otro artista”.Asimismo, el Dr. Michael Fitzgerald ve más probable que Wain sufriera del Síndrome de Asperger, y añade que, incluso si su obra se hizo más abstracta con el tiempo, no perdió un ápice de técnica ni de habilidad, algo que contradice la teoría de la esquizofrenia.
Louis Wain y un gato en 1890
En diciembre de 2012, el psiquiatra David O’Flynn, con ocasión de la exposición de “Gatos caleidoscópicos” en el Museo y Archivos del Bethlem Royal Hospital, propuso ver la serie como creada por dos personas, el pintor y el médico. Walter Maclay sostenía que los dibujos demostraban su teoría, basada en parte en sus experimentos con el arte y la psicosis inducida por la ingestión de mescalina, de que la esquizofrenia daña la creatividad. Sin embargo, viendo el desarrollo de las obras de Louis Wain, esto parece más que dudoso.
Serie de 8 dibujos, según el Dr. Maclay
El pintor Louis William Wain nació el 5 de agosto de 1860 en Londres, de padre inglés y madre francesa. Sus progenitores tuvieron cinco hijas más, de las que no se casó ninguna. Empezó a enseñar en la West London School of Art al poco tiempo de haber ingresado como alumno. Perdió a su padre a los 20 años y, a partir de ese momento, se ocupó de su madre y hermanas.
Tomando el té
Al principio de su carrera no se limitó a dibujar gatos, sino todo tipo de animales. Incluso pensó en ganarse la vida haciendo retratos de perros. Al dejar la enseñanza, trabajó como dibujante para varias revistas ilustradas. Se casó a los 23 años con Emily Richardson, diez años mayor que él, algo no muy bien visto en esa época. Tristemente, Emily tuvo un cáncer de pecho y murió al cabo de tres años; gracias a ella, Wain encontró el tema que definiría su carrera. Tenían un gato blanco y negro llamado Peter al que habían recogido una noche de tormenta. Peter alegró la vida de Emily durante su enfermedad y Louis Wain empezó a dibujarle: “Le debo los cimientos de mi carrera, el desarrollo de mis primeros esfuerzos y la fundación de mi obra”, dijo una vez, hablando de Peter.
Publicó su primera serie de dibujos de gatos antropomorfos (Fiesta navideña de gatos) en el número de Navidad de la
“Illustrated London News”. Se trataba de once viñetas en las que dibujó 150 gatos – muchos de ellos con un gran parecido a Peter – mandando invitaciones, jugando a la pelota, dando discursos… Pero, de momento, seguían andando a cuatro patas y no iban vestidos.Unos años después, sus gatos empezaron a andar a dos patas, a tener expresiones faciales exageradas y a vestirse con suma elegancia. Trabajó mucho durante los siguientes 30 años, llegando a hacer varios cientos de dibujos en un año. Ilustró cerca de cien libros infantiles, dibujó viñetas para revistas y periódicos, tarjetas de felicitaciones y postales, hoy día muy apreciadas por los coleccionistas.
En una ocasión escribió: “Me llevo un bloc de dibujo a un restaurante, o a cualquier otro sitio público, y convierto a la gente que veo en gatos con características humanas. Eso me aporta una naturaleza doble, y pienso que estas obras son mis mejores trabajos humorísticos”.
Participó en numerosas organizaciones benéficas en defensa de los animales, como el Governing Council of Our Dumb Friends League, la Society for the Protection of Cats y la Anti-Vivisection Society. Llegó a ser presidente del National Cat Club, y pensaba que había ayudado “a erradicar el desdén en que se tenía al gato” en Inglaterra.
A pesar de su enorme éxito, siempre tuvo dificultades financieras. Debía mantener a su madre y hermanas, pero carecía de sentido comercial. Era incapaz de enfrentarse a las editoriales y a menudo invertía en nuevos inventos milagrosos; por ejemplo, cuando viajó a Nueva York y dio una importante suma para la fabricación de una nueva lámpara de aceite.
Paseo en el parque
En 1924, sus hermanas le internaron en el ala de indigentes del Hospital Mental de Springfield, alegando que no podían controlar su comportamiento errático y cada vez más violento. Un año después, el caso se hizo público y el propio H.G. Wells lanzó una campaña en la que incluso intervino el primer ministro. Fue trasladado primero al Bethlem Royal Hospital, y en 1930 al Napsbury Hospital, en Hertfordshire, un sanatorio más agradable, con jardín y varios gatos, donde pasó los últimos 15 años de su vida. A pesar de sufrir alucinaciones, siguió dibujando gatos hasta su muerte el 4 de julio de 1939.
H.G. Wells dijo, respecto a los dibujos de Louis Wain: “Ha hecho suyo al gato. Inventó un estilo gatuno, una sociedad gatuna, todo un mundo gatuno. Los gatos ingleses que no se parecen a los gatos de Louis Wain, ni viven como ellos, se sienten abochornados”.