Revista Ciencia

Los gatos y el embarazo

Por Mchristine @fnuestrodiario

Navegando por la página de inicio de mi Facebook, me encantraba con las fotos de una mami en la que se mostraba a ella, con su panza, ya casi para tener, junto a su gatita, y luego una foto de su bebé abrazando a esa misma gatita y contaba la buena relación que su mascota tenía con su bebé. Y, como era de esperarse, entre los comentarios apareció una persona haciendo referencia a la toxoplasmosis y a lo descuidada que había sido al tener un gato estando embarazada.

He notado que este tipo de comentarios son muy comunes, tal vez por desinformación, o tal vez porque existe mucha gente a la que no le gustan los gatos. Respeto eso, del mismo modo que espero respeten mi adoración por los animalitos.

 Hace poco recibí un comentario similar, cuando uno de mis gatos se subió sobre mis piernas buscando un poco de mimos. Incuso he oído un caso de  una embrazada a la que le han recomendado deshacerse de su gato por la seguridad de su futuro hijo. ¡Qué locura! Esos son los pensamientos que nos llevan a encontrarnos con miles de animales callejeros. Por mi parte, mis mascotas son también parte de mi familia.

Los gatos y el embarazo

 Por eso quería usar este espacio para desmitificar un poco toda esta historia de la toxoplasmosis. Tengo cinco gatos y sin embargo mis análisis del primer trimestre dieron absolutamente normales. Cuando estaba embarazada de mi primer bebé, tenía tres y jamás tuve problemas, a pesar de que ellos nunca cambiaron sus hábitos de dormir en mi cama.

Con esto no estoy diciendo que la toxoplasmosis no exista o que los gatos no la trasmitan. Si, los gatos trasmiten la toxoplasmosis, que es especialmente grave en embarazadas y recién nacidos, pero no son la principal fuente de contagio, ni tampoco tocar un gato te pone en riesgo de contraerla.

 

Para empezar, les voy a contar que la toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa ocasionada por un parásito llamado Toxoplasma Gondii, cuya fuente de contagio más frecuente, contrariamente a lo que popularmente se cree, no son los animales de compañía, sino los alimentos contaminados, como la carne (cuando está poco cocinada, ya que un gran porcentaje está contaminada) y las frutas y verduras mal lavadas. El contagio tambiénse puede dar al manipular carne cruda si luego llevamos las manos a la boca.

La siguiente fuente de contagio más frecuente suele producirse entre personas que trabajan la tierra con las manos, ya sean agricultores, o simplemente les guste la jardinería. En los suelos suele estar presente el parásito en gran cantidad. Una persona que manipule la tierra con las manos desnudas puede introducir restos de tierra bajo las uñas. Después, al llevarse la mano a la boca, es fácil infectarse con el parásito. Por eso es importante usar guantes de jardinería a la hora de manipular la tierra.

En último lugar, si aparece el gato como fuente de contagio, pero tampoco es tan directo como todos piensan. En primer lugar, el gato trasmite el parásito a través de sus heces, por lo que la única forma de contagiarnos es tener contacto con directo con ellas, por ejemplo, al limpiar la caja de piedritas sanitarias. Esto se solucionaría usando guantes descartables que luego sean desechados o, simplemente lavandose las manos con agua y jabón luego.

En segundo lugar, para que un gato pueda producir heces infecciosas tiene que contagiarse. Es decir, un gato que no está infectado y vive en una casa sin acceso al exterior y comiendo alimento balanceado o carne cocinada, no puede infectarse y por tanto no puede infectar a otros.

En el caso de que el gato si tenga contacto con el exterior, coma carne cruda o sea un gato "callejero", puede llevar a infectarse y ser contagioso, pero una vez infectado, incuba el parásito durante un periodo de entre 3 y 20 días  y durante sólo un periodo de 1 mes, los libera en las heces. Después de eso, aunque se vuelva a infectar, nunca más liberará el parásito, por lo tanto no volverá a ser una fuente de contagio.

 

A lo que quiero llegar con todo esto es a que es muy difícil contagiarse de toxoplasmosis por tener un gato en caso, tendríamos que ser muy descuidados y o tener las mínimas medidas de seguridad para hacerlo. Estoy segura de que cualquiera de nosotros, mínimamente, se lava las manos con agua y jabón después de limpiar la "caja sanitaria" de un gato.

Claro, lo que si puede reresentar un mayor riesgo es la comida infectada, pero se soluciona usando las mismas medidas preventivas que se usan para prevenir cualquier otra enfermedad, como la causada por la Escherichia Coli.

 

Así que no siempre hay que creer en lo que nos dicen, siempre es mejor estar bien informado al respecto o consultar con algún profesional. Y bueno, ¡internet muchas veces ayuda! Por eso, si estás embarazada y amas a los gatos, no te preocupes por ellos, sólo tene en cuenta

 

mily

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