Con la sencillez y profundidad proverbiales de Monseñor José Ignacio Alemany –director de Radio María en el Perú y fundador de Evangelización Siempre- nos comparte una entrañable historia del P. José Lucchesi Bogart , párroco de Corire, en el Valle de Majes, Arequipa. Digamos que aquí está Toromuerto , el repositorio de petroglifos más grande del mundo, descubierto por Eloy Linares Málaga (al final de la página les incluyo un artículo que escribí hace 14 años).
Entre cerros apocalípticos de rocas y arenas rojizas por donde la carretera serpea cuarteándose por el sol, se llega a un valle precioso que reverdece cada día con el agua del río Majes. Allí está situado Corire. Pocos saben que en este pequeño pueblo hay una Iglesia viva que ha ido creciendo a la par con la Iglesia construcción. Llegó el P. José, lleno de Dios, hace cinco años. http://parroquiansccorireperu.com/colparr(historia).html
En la casa parroquial no había ni un baño ni un foco. El templo estaba cuarteado y la gente vivía totalmente al margen de la misa y de los sacramentos. Ocho personas estuvieron presentes en la primera Misa. El colegio parroquial no tenía nada de lo que le corresponde, sino limitaciones de todo tipo y un ambiente muy poco cristiano:
Muchos alumnos sin bautizar ni comulgar ni confirmarse.
Los padres de familia, casi todos, sin matrimonio cristiano. Nada de oración.
El primer año con un régimen disciplinario exigente, a base de muchas conferencias y preparación de todos los sacramentos, y con el apoyo del movimiento Juan XXIII, todo ha ido cambiando.
Es bueno anotar que, además de la preparación normal de los sacramentos, todos los que se casaban tenían que participar antes en los retiros de Juan XXIII.
Actualmente en el colegio todos los padres están casados, los alumnos bautizados y con los demás sacramentos.
Las fiestas del colegio son sanas y sin licor.
Estas fiestas las hacen a base de danzas que llenan de alegría y al mismo tiempo han hecho famoso el colegio.
Las comidas para esas fiestas las prepara la gente de la parroquia y todos los fondos pasan a mejorar las capillas del sector.
Por cierto que éstas han sido todas renovadas o vueltas a construir y son bellas.
Si de construcciones de trata, la antigua parroquia está abandonada y esperando que el salitre acabe de comerse el fierro.
Mientras tanto el P. José adquirió un hermoso terreno fruto de la reconciliación de tres hermanos que, ante el obispo, se perdonaron y donaron esa propiedad a la Virgen como prueba de perdón.
En esa finca se ha construido un precioso templo colonial; una casa severa y hermosa, moderna y clásica a la vez; un comedor en el que almuerzan cada día unas cuatrocientas personas.
Los fierros siguen abiertos para abrazar todos los servicios sociales que se seguirán construyendo más el salón parroquial para trescientas personas. Al fondo habrá una cancha de deportes.
Mientras las obras crecen, se van arreglando como pueden. Ayer, por ejemplo, el coro juvenil cantaba en el garaje.
De la vida cristiana que hay en la parroquia son signo claro las trescientas parejas que se han casado en estos cinco años y los más de mil bautismos, en un pueblo relativamente pequeño.
A la misa dominical asisten unas dos mil personas en el templo. Aparte la misa frecuente en cada caserío.
Las procesiones, muy frecuentes, son acompañadas con fervor y cantos.
Cada miércoles cien catequistas se preparan para poder evangelizar el domingo siguiente, recorriendo de dos en dos los distintos caseríos.
En esta parroquia hay dos comunidades religiosas femeninas que colaboran activamente en la pastoral.
Hace ocho meses que llegó un sacerdote para acompañar al P. José.
A parte de todo esto este Padre da clases en el seminario de Camaná y es Vicario episcopal de Chuquibamba y muchas otras cosas. Todo debido a la escasez de sacerdotes.
Uno de los frutos importantes de la pastoral, es que en el seminario hay cinco seminaristas de esta parroquia y este año van a ir tres nuevos y es que los muchos acólitos y catequistas viven un ambiente vocacional.
Entre todos los jóvenes que rodean al Padre me llamó la atención el que vivan con él ocho o diez muchachos, de familias súper problemáticas, a los que el Padre ha recogido.
Comen y viven en la casa parroquial y duermen en el colegio.
Ellos se van formando, humana y cristianamente, y reciben también gratuitamente los alimentos.
La gente conoce muy bien esta educación que lleva adelante el Padre con tanto sacrificio y llama cariñosamente al grupito “los hijos del P. José”.
Por si me lee algún español, ahí va esta anécdota para terminar.
El P. José oyó, en una película española, que un joven llamaba al otro gilipollas. Le gustó el nombre y sin entender el significado de la palabra, escogió este nombre a sus chicos.
Lo digo por si acaso un día, a uno de estos muchachos se le ocurre ser santo (que no sería raro) y vemos en los altares a un gilipollas de este sacrificado P. José.
José Ignacio Alemany Grau, Obispo
- Nota del blog: Según el Diccionario de la L.E. “gilipollas” equivale a “tonto, lelo”. Los españoles sabemos que tiene otras connotaciones que tienen que ver con las expuestas en http://inciclopedia.wikia.com/wiki/Gilipollas#Definici.C3.B3n
- 1. m. Persona que es tonta y encima está orgullosa de serlo.
- 2. En sentido general, tonto. Persona con poco entendimiento y propensa a hacer cosas de las que se ríen todos sus "amigos".
- 3. También es común la utilización de términos como bobochorra, potorrobobo y tontolhaba.
- 4. Idiota empedernido que sabe que lo es, y no trata de ocultarlo.
- 5. Persona de quien todos se ríen y luego el se dice a sí mismo, wow.. qué buen chiste hice.
¡QUE VIVA TORO MUERTO!
- A los 47 años del hallazgo del repositorio de petroglifos más grande del mundo-
He tenido la suerte, ¡por fin!, de visitar este singular santuario de los petroglifos del surandino, guiado de la voz experta del maestro descubridor del mayor repositorio del mundo, quien es el Dr. Eloy Linares Málaga. Era un cinco de agosto de 1951, casi medio siglo, cuando exploraba como arqueólogo la provincia de Castilla. De regreso hacia la Ciudad Blanca tuvo que pernoctar en el hotelito del Sr. Carlos Fensalida; allí pudo observar figuras curiosas en los sillares del corral. Al enterarse de que provenían de "la cantera Señor", ni corto ni perezoso empeña su reloj para alquilar una acémila y se adentra en la Casa Hacienda de los Revilla, propiedad de la familia Ricketts, luego hasta el Cementerio actual, y allí se topó con el primer petrogligo destrozado; con todo, nuestro profesor lo escrutó con fina detención por más de dos horas; los alumnos del colegio Mercedario que estaban acompañándole, le adelantaron que si subía se iba a encontrar con miles y millones de figuras. Tiempo le faltó para comunicar en el prestigioso periódico de "El Deber" la primicia.
47 años después, 9 de agosto de 1998, 30 "turistas", desde la Plaza de Armas de Arequipa, a las 6.30 de la mañana, se presentan en Quillcapampa, que así se denominaría el lugar en la antigüedad. "Toro muerto" alude al lugar donde moría el ganado vecino a comienzo de siglo. Tres culturas son las que llegaron a la zona: Desde Ayacucho fue la huari, entre los 800 y 1200, d.C.; desde el Colca y Chuquibamba, entre 1200 y 1300, acudieron los collaguas; y entre 1300 y 1539, desde el Cuzco, los incas. Pronto este lugar se convirtió en un centro ceremonial religioso permanente.
La mañana del 9 de agosto pudimos contemplar el primer petroglifo, perfectamente conservado, pero expuesto a la intemperie y, si Dios y el INC no lo remedian, en breve puede quedarse sin intemperie. Tanto aquí, en Sarcas o Hacienda de las Palmas, como en Toro Muerto nos encontramos con gran variedad de figuras humanas, especialmente danzarines. Hay adenás camélidos, cérvidos, felinos (perros, gatos, zorros, ratones, serpientes); aves, como las águilas y cóndores, geométricas (los zig-zags, las pungturas y las líneas paralelas, cuadrados y rombos...Se complementan con las figuras mitológicas y simbólicas, tales como las del "fardo funerario" o el tuerto, la representación de la "Vía Láctea" y variadas figuras "solares".
Amigos, no se lo pierdan. Hay carretera asfaltada. Tan sólo hay que recorrer 165 kilómetros de carretera asfaltada; el lugar se ubica en el término de Corire. En poco más de dos horas se puede llegar allá desde Arequipa; un cartel señalizador a 3 kilómetros, nos indica el lugar, ingresándose por la "Hacienda Warango" o "Torete"; un poquitín antes, pueden visitar la capillita de Huarango que presenta una simpática portada con el anagrama IHS de 29 de enero de 1722, y que hasta hace poco presentaba varios petroglifos traídos de Toro Muerto. Para ingresar a Toro Muerto, se abona una módica ayuda a los guardas dependientes del INC, se puede seguir en carro unos 8 kilómetros y uno penetra en este centro ceremonial espectacular de más de 5 kilómetros cuadrados de superficie; su altura media 400-800 mts; no se olviden de llevar gorra o sombrero, algo de bebida y buen calzado; es el momento de contemplar, de dejarse sorprender por la ingenuidad mágica de estos grabados en piedra: hay figuras para todos los gustos como antes indicamos: figuras "parlantes" y "silenciosas", animales y vegetales, hombres y mujeres, escenas de la vida cotidiana, laboral, y de las fiestas, miles de danzantes... No todo es encantadora poesía; uno se subleva ante los salvajes atentados de estúpidos artistas que han dejado "su huella" como la babosa, o hasta los que se han atrevido a dinamitar para llevarse grandes trozos de piedra; pero no nos pongamos a llorar a leche derramada; apoyemos el proyecto del INC de numerar uno a uno cada petroglifo y comprometámonos todos en la defensa de este formidable tesoro que ya en 1968 fue propuesto a la UNESCO como patrimonio de la Humanidad. ¡Cómo gozaría el gran pintor Joan Miró inspirándose acá para su arte! Cuántas perspectivas se abrirían para nuestros artistas, arqueólogos, historiadores, empresas de turismo, pobladores. A todos nos reclama seguir la huella trazada por el descubridor, culto y celoso apóstol de este santuario del arte y de la humanidad, Dr. Eloy Linares. Defendamos, estudiemos y divulguemos esta joya -otra más- de nuestra querida Arequipa.
José Antonio Benito