Ninguna otra región de los Andes Patagónicos como ésta, en los alrededores de los lagos Argentino y Viedma, ofrece una contigüidad tan fuerte entre cada una de las áreas asiduamente visitadas por el turismo internacional merced a la belleza del paisaje y a sus zonas desconocidas hasta por los andinistas.
El límite entre las dos está dado por la misma predisposición del territorio, donde se encuentran las mesetas y la cordillera, las estepas y la floresta pluvial, donde los lagos y los glaciares son al mismo tiempo obstáculo y posible vía de penetración.
A través de una visión global de la relación entre la naturaleza de los lugares y la historia de la exploración y del andinismo, pretende ofrecer una contribución a la comprensión total que enriquece tanto los sueños como las experiencias de los viajes patagónicos.
"... en la inmensa soledad, la naturaleza que te hizo, no te dio nombre: la voluntad humana desde hoy te llamará ¡Lago Argentino! Que mi bautismo te sea propicio..."
Francisco P. Moreno
El Lago Argentino es el más sureño entre los grandes lagos que yacen a los pies de los cerros de la Patagonia Argentina. Su superficie se encuentra a sólo 185 metros sobre el nivel del mar. Sus brazos occidentales se adentran profundamente en la Cordillera y en ellos desaguan numerosos glaciares provenientes de los casquetes del Hielo Patagónico Sur. Los glaciares Moreno y Upsala sumergen en él de modo espectacular sus frentes de los que se desprenden continuamente los témpanos que, empujados por el viento, navegan hacia la parte oriental y más abierta del lago y pueden llegar hasta la orilla donde el clima es ya el clima árido de las estepas de las mesetas.
Hoy se lo puede visitar fácilmente gracias a las buenas comunicaciones entre Río Gallegos y Calafate, pueblo oficialmente fundado en 1927 y devenido en la localidad turística más importante de la provincia, con buenos servicios y principal punto de partida para excursiones y ascensiones en la región.