Siempre estamos abiertos a recomendaciones, sean cinéfilas, comiqueras o cualquiera de las categorías que analizamos normalmente en el blog. Vía Twister, un superfan del cine de los ochenta (@MuellesdeGoon) siempre nos recomienda alguna que otra pieza de aquella época y sin duda alguna Los Goonies es su preferida.
¿De qué va?
Los Goonies son un grupo de chavales, amigos de toda la vida, que quedan para jugar y hacer de las suyas. Durante una de estas aventuras encontrarán un antiguo mapa del tesoro de un tal Willy el tuerto e irán tras el ansiado tesoro para vivir una verdadera aventura.
La crítica
Ya se ha comentado antes que uno de los géneros que más triunfó en la época de los ochenta fue el de aventuras. Durante aquella etapa surgieron títulos como Indiana Jones, Regreso al futuro o esta misma, Los Goonies.
La película de Richard Donner tiene la peculiaridad de ser algo más familiar que el resto debido a ese ambiente que generan los propios Goonies: niños con sueños y realmente inocentes. De buenas a primeras esto supondrá un punto a favor y uno en contra: si la ves cuando tienes más o menos la misma edad que los protagonistas puedes disfrutarla tanto como ellos mismos, pero a la larga, al hacerte mayor, esa magia desaparece. Entonces en muchísimos casos, las cintas perderían esos valores que un día obtuvieron durante el visionado de muchos en su niñez, pero en mi caso la disfruté como un niño pequeño.
Dejando de lado la edad con la que la ves y para demostrar que una buena cinta se puede disfrutar tengas la edad que tengas, Los Goonies, pese a tener como protagonistas a una panda de críos, se caracteriza por sus personajes más que por la aventura que viven. En más de una ocasión podrás sentirte como Bocazas por abrir demasiado esa boca o quizás como Gordy, por preocuparte sobre que te vas a llevar a la boca dentro de cinco segundos y de esta manera, el público en general puede llegar a sentirse identificado en mayor o menor grado, pero siempre tendrá un referente. Aunque no quiero dejar de lado la aventura que viven, que esta plagada de cantidad de pruebas de lo más entretenidas acompañadas de esa esencia de humor juvenil que suele gustarnos a la gran mayoría.
Aún y así, pienso que este tipo de elementos deberían ser obligatorios en la mayoría de cintas. Una de las cosas que no demasiada gente se percata de ello y realmente es de agradecer, sobretodo por la época en que fue lanzada, es que el filme no se desfasa, la aventura que viven los protagonistas podría llegar a darse lugar hoy, mañana o dentro de un año. Por ejemplo, el vestuario de los ochenta denota por ser muy característico y diferenciado del actual (sin ser quisquillosos), como en el caso de Regreso al futuro, pero en esta ocasión, Los Goonies posee pocos elementos que haga desfasar a la cinta y por ello la obra de Donner suma puntos a su favor.
Pese a todo lo añadido, este tipo de películas están algo limitadas y todos lo sabemos. Este tipo de géneros tienen que tener algún añadido extra que ayude a avanzar a la obra. Los Goonies quizás está algo falta de ello, pero tampoco es que sea un defecto remarcable, simplemente gustará y he de reconocer que para muchos marcó un antes y un después, pero si la ves en la edad que no toca, gusta pero no impresiona.
Los Goonies es una película que, más que ser de visionado obligatorio personal, lo es para nuestros hijos, sobrinos o cualquier crío que aún posea algo de inocencia. De hecho sería obligado que cada generación tuviese al menos, una cinta de este estilo que poder enseñar a futuras generaciones. Lo que cada vez es más claro que el cine de aquél entonces ha dejado mucho a sus precedentes, pero de lo que me doy cada vez más cuenta es del buen ojo que tiene Spielberg.
Información de más
- Richard Donner hace un pequeño Cameo hacia el final de la cinta, como uno de los policías que hay en la costa.
- Se utilizaron más de 900.000 galones de agua durante el rodaje de la cinta.
- Durante el rodaje, Spielberg y Donner enviaron a los chavales a un concierto de Michael Jackson en el Dodger Stadium.
Nota final: 7