Edición: Lumen, 2013Páginas: 480
ISBN: 9788426400116
Precio: 23,90 € (e-book: 12,99 €)
No todo es literatura. A veces, a uno le apetece leer un libro diferente, una obra divulgativa que profundice en un campo poco conocido para el gran público y lo exponga de una forma amena. ¿Y qué tema resulta más atractivo que el arte de la seducción? De acuerdo, puede haber otros mil asuntos interesantes, pero no hay duda de que la capacidad para conquistar ha suscitado una gran atención a lo largo de la historia, con independencia de la nacionalidad o el grado de formación de la persona. Los grandes seductores (… y por qué las mujeres se enamoran de ellos), de la profesora estadounidense Betsy Prioleau, se propone examinar los atributos de los hombres que se han ganado este calificativo. ¿Lo mejor? No se limita a los tópicos que todos conocemos —belleza, frases y situaciones manidas—, sino que realiza un verdadero análisis de las particularidades del galán, unas características que a menudo sorprenden porque a primera vista no parecen precisamente «seductoras».
El libro se compone de dos grandes bloques, que a su vez se dividen en múltiples capítulos que desmenuzan cada rasgo del seductor. La primera parte está dedicada a la imagen y la personalidad: se cuenta que no siempre tiene una belleza estándar; de hecho, en ocasiones un defecto físico le da un carisma especial (por ejemplo, Aldous Huxley estaba prácticamente ciego y aun así tenía éxito con las mujeres). También se hace hincapié en el carácter andrógino, que, según Prioleau, hace más atractivo a un hombre a los ojos de las mujeres. En lo relativo a la forma de ser, da mucha importancia a su inteligencia y su capacidad para complacer a una fémina (un atributo que comparten todos los seductores es que adoran a las mujeres). Por otra parte, en la segunda mitad se centra en la acción, la forma de seducir, y habla del uso de la música como estimulante, del baile, de saber dar conversación, de la poesía, de ser detallista… Todo esto que comento son solo pequeñas pinceladas; la obra comprende muchos más aspectos que sería imposible resumir aquí, cosa que tampoco pretendo.
El estilo de Prioleau es el propio del ámbito académico y, por lo tanto, adopta un tono serio y se caracteriza por la documentación exhaustiva. Para llegar a estas conclusiones, ha estudiado campos tan diversos como la mitología griega, la filosofía, los personajes históricos y literarios, el cine, incluso la respuesta hormonal a determinados estímulos. Cada capítulo está lleno de ejemplos sacados de estos estudios: se analiza a seductores como Casanova, Lord Byron o Frank Sinatra, pero también a otros más actuales como Johnny Depp o Ashton Kutcher. En materia española, aparecen algunos personajes interpretados por Javier Bardem y Antonio Banderas, además de un torero de una novela de Ernest Hemingway. También hay un espacio para la cultura popular, como Cincuenta sombras de Grey, de E. L. James, y las novelas románticas de Nicholas Sparks y Nora Roberts. Como se puede comprobar, la selección es amplia y variada y, por eso mismo, más enriquecedora a mi juicio, porque combina la teoría con ejemplos fáciles de reconocer, por lo que la lectura resulta mucho más satisfactoria.
Por otra parte, la autora no se propone explicar cómo debe ser un seductor ideal. En realidad, el mensaje más importante que se extrae de su lectura es que no hace falta tener un físico espectacular ni comportarse de un modo concreto para serlo, porque hay muchos aspectos que resultan atrayentes y, como es lógico, no hay que reunirlos todos. El gran despliegue de ejemplos expuestos por Prioleau lo demuestra; la única idea en la que insiste es el hecho de que todos adoran a las mujeres, de ahí que también sean más hábiles a la hora de tratarlas, aunque cada uno utilice sus recursos. En una época en la que vivimos invadidos por los estereotipos (en la publicidad, en el cine, en la televisión, en la literatura), leer Los grandes seductoresayuda a aumentar nuestra amplitud de miras y a no creernos que un hombre solo puede ser seductor cuando posee las cualidades del héroe romántico a lo Christian Grey.
Betsy Prioleau
En definitiva, Los grandes seductores es una obra instructiva que describe con minuciosidad las características que han hecho que algunos hombres se convirtieran en auténticos seductores; no solo famosos o personajes históricos, sino también personas anónimas a las que la autora ha entrevistado. Es importante aclarar que no pretende ser una guía para aprender a seducir (aunque seguramente el público masculino logrará ver el tema desde una perspectiva diferente después de leerlo), sino un texto para lectores y lectoras curiosos que quieran ir más allá de los clichés asociados a este perfil y descubrir una visión multidisciplinar del tema, basada en casos fundamentados y sin duda muy interesante. Por si fuera poco, la edición está muy cuidada, encuadernada en tapa dura y con simpáticas ilustracionesde Fernando Vicente, como las que incluyo en esta entrada. Creo que, entre el interés del tema y su bella presentación, puede ser una buena idea para regalar estas fiestas, sobre todo para los que quieran sorprender con un libro original que no sea una novela.