Autor/a: Läckberg, Camila
Título original: Predikanten
Traductor/a: Carmen Montes Cano
Edición: 32ª ed.
Editorial: Maeva
Año de edición: 2012
Número de páginas: 431
ISBN: 978-84-15140-06-1
Tras descubrir a Läckberg con La princesa de hielo, y el buen rato que me hizo pasar mientras lo leí, me he animado a continuar con la segunda entrega de Los crímenes de Fjälbacka protagonizados por la pareja formada por la escritora Erica Falck y el comisario Patrik Hedström.
Läckberg vuelve a utilizar en Los gritos del pasado el mismo esquema de su primera novela, un crimen como eje central con flashbacks al pasado mezclado con la vida cotidiana de Erica y Patrik así como del resto de personajes que los acompañan.
Todo comienza con un niño que sale a la entrada de un barranco próximo a su casa para jugar a caballero medieval en busca de dragones y, en ello está, cuando por el rabillo del ojo vislumbra un objeto rojo que llama su atención en el fondo del barranco. Poco a poco se va acercando al objeto y descubre un montón de huesos alrededor de un bulto que va tomando forma de mujer. En un principio piensa que está dormida pero, rápidamente, se da cuenta de que está muerta.
Así arranca un nuevo caso que Patrik y el resto de sus compañeros tendrán que investigar pero lo más curioso es que los huesos que aparecen junto a la mujer muerta son los restos de dos jóvenes desaparecidas hace veinte años. ¿Qué relación existe entre esas muertes?, ¿Se trata de un asesino en serie? A estas y otras cuestiones se enfrentarán nuestros protagonistas.
Como decía anteriormente, la autora utiliza la misma fórmula de su anterior novela que tan buen resultado le dio pero vemos avanzada la relación entre Erica y Patrik ya que están a punto de ser padres de una niña. Por lo demás, todo se mantiene igual: el mismo lenguaje sencillo y sin artificios pero narrado con tan buenas descripciones y dosis justas de suspense para que el lector no suelte el libro hasta terminarlo.
Sin embargo, hay algo que me llama la atención y que ya intuí en La princesa de hielo y que en Los gritos del pasado lo veo más patente y es el daño que se inflige a los niños. Si bien en la primera parte era un daño físico con abusos y vejaciones, en esta segunda el daño es más bien psicológico, utilizando a menores como reclamo para estafar a la gente. Es algo que me ha llamado la atención poderosamente porque, aunque sea novelado, el daño a un niño no deja a nadie indiferente y también porque tengo una imagen idealizada de los países nórdicos con respecto a la educación, tolerancia y civismo que nada tienen que ver con la que tenemos en otros países.
Por lo demás, solo me queda decir que es un libro entretenido sin muchas pretensiones y que hará las delicias de quienes gustamos de este tipo de lectura aunque no me ha gustado tanto como La princesa de hielo, más que nada, porque esta vez sí que he intuido desde un comienzo quien podía ser el asesino y porque la vida personal de Erica y Patrik tiene bastante más relevancia de la que, en mi modesta opinión, debería tener.
Con esto no quiero decir que no lo haya disfrutado o no me haya gustado, ni mucho menos, pero sí noto que Läckberg no se complica con cambios de estilo ni con nuevos personajes; utiliza una fórmula que le funciona bastante bien y para qué cambiarla.
No obstante, seguiré leyendo más casos de esta pareja más que nada porque los tengo en casa, son lecturas ligeras para intercambiar entre otras más pesadas y porque tengo curiosidad de saber cómo avanza la vida de sus personajes y de si el maltrato infantil en todas y cada de sus vertientes sigue presente a modo de velada denuncia de que en los países nórdicos también pasan cosas estas cosas.
Fuente imagen portada: http://www.quelibroleo.com/images/libros/9788496748507.jpg
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