Revista Educación

Los guardianes de la diversión

Por Siempreenmedio @Siempreblog

Los guardianes de la diversión

23 agosto 2014 por araphant

Vaya por delante que mi superhéroe preferido siempre ha sido Batman. Por su oscuridad, por sus demonios interiores, por su ambigüedad… tal vez también por ser un superhéroe sin superpoderes. Batman, pese a nacer en la misma época de Superman y mucho antes de Spider-man o Los Vengadores, ha ido adaptándose desde la ingenuidad naíf de los años sesenta a la oscuridad propia de la época en que vivimos. Porque si algo cambió en el nuevo milenio (sobre todo después del 11S) fue la percepción de la realidad que nos rodea. De un mundo de buenos y malos, de blancos y negros, pasamos a un mundo de grises en el que las fronteras (todo tipo de ellas) se difuminan y cambian.

En los mundos de ficción el cambio es evidente desde finales de los años 90. Series de televisión y películas comenzaron a centrar su atención en antihéroes y personajes con claroscuros. Atrás quedaron personajes íntegros como Indiana Jones o Han Solo. Héroes como Batman, como he dicho antes, se adaptaron a la nueva visión; otros, como Superman, siguieron conservando su pureza moral y no consiguieron volver a alzar el vuelo hasta ahora, tiempos de nueva reivindicación del héroe (más desde la óptica de la ética que desde la moral). No es extraño que con el cambio en la nueva forma de ver las cosas cambiara también nuestra idea de la diversión. Y por el camino puede que nos volviéramos unos snobs en lo que a la diversión se refiere; puede que ahora necesitemos un poso intelectual, profundo y trascendente donde antes sólo nos interesaba la diversión pura e ingenua. Y eso es, ni más ni menos, lo que nos ofrece Guardians of the Galaxy (James Gunn, 2014): dos horas de diversión sin más intención que divertir.

Los guardianes de la diversión

Guardians of the Galaxy. The poster art copyright is believed to belong to the distributor of the Film, Walt Disney Studios Motion Pictures, the publisher, Marvel Studios, or the graphic artist.

El héroe de la película, Peter Quill, tiene diez años al comienzo de la película. Es 1988. Peter Quill tiene mi edad. La misma edad de los que disfrutamos de Star Wars, de Indiana Jones, de Los Goonies, de Los Cazafantasmas, de Footloose… Al terminar el triste prólogo de la película, el héroe es abducido y llevado fuera de La Tierra. En la siguiente escena han pasado 26 años. Peter Quill (ahora Star Lord) se ha perdido los años 90 y el nuevo siglo terrestres. Su mentalidad sigue siendo de los 80. Es el hombre que muchos querríamos ser, si lo pensamos bien. Y esa es la gran baza de la película. La nostalgia que desprende por una década que fue, para muchos de nosotros, la mejor en muchos aspectos.

La película también tiene sus cosas malas. Tal vez la única película similar que la supere en resultados, aunque no en intenciones, sea Super 8 (J. J. Abrams, 2011). Guardianes de la Galaxia tal vez pretenda parecerse demasiado a Los Vengadores de Joss Whedon, sobre todo en el clímax final, pero durante las dos horas de su metraje asistimos a una declaración de amor tal a los años ochenta, que nos mantiene con una sonrisa en la boca de principio a fin. No hay nada de malo en dejar a un lado nuestros prejuicios y disfrutar en un cine de la misma forma en que lo hicimos cuando teníamos 10 años.

PD1.: Atentos a la escena postcréditos finales: un guiño que sólo los más frikis de los ochenta entenderán.

PD2.: Aquí les dejo el enlace a la lista de canciones de la película en Grooveshark. Otra razón más para no perdérsela:

http://grooveshark.com/playlist/Guardians+Of+The+Galaxy/99954886


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