Último tomo de Los Guardianes de la Galaxia. El grupo, surgido con Aniquilación: Conquista, ve su final justo antes de la traca final cósmica de Abnett y Lanning. Y lo hacen de forma sorprendente; De una serie que tan solo era reunión de unos pocos personajes secundarios, pasamos a tener la piedra inicial del siguiente evento cósmico marvelita: Imperativo Thanos. Peter Quill y compañía, han ido creciendo como si se trataran de “La Compañía del anillo” en la que, además de ser minúscula frente a las amenazas a las que se enfrentan, deberán lidiar con la muerte y la tragedia.
Los Guardianes de la Galaxia, llegan a su fin. Y lo hacen a lo grande.
Me enganché con el cosmos marvelita con El Guantelete del Infinito. Me pareció que allí había mucho que mostrar. Jim Starlin, constructor de ese entramado galáctico que conocemos hoy en día, cosechó un relativo éxito con su Guantelete del Infinito y sus secuelas. La realidad es que, para muchos, Starlin ya había dado lo mejor de sí mismo una década atrás, con la muerte del Capitán Marvel o, incluso, con sus primeras incursiones en el Universo Marvel, a mediados de los setenta. Thanos, el propio Capitán Marvel, pero también Warlock y su reverso tenebroso Magus y su “Iglesia Universal de la verdad” o Gamora, otra de sus creaciones, han sobrevivido en la memoria de todos los aficionados a Marvel gracias a su trabajo. Y, Abnett y Lanning, ahora que abandonan una nave que han dirigido por todo el cosmos marvelita, recuperan a dos de ellos, villanos ambos, que serán piezas clave para su último evento: Thanos y El Magus. Del segundo, ya tuvimos noticias en tomos anteriores. De hecho, veremos en el tomo las consecuencias de las acciones del grupo de Quill. Los Guardianes, se enfrentaron a la amenaza de Magus y fracasaron. Esa amenaza de la cara oscura de Warlock, mas la falla espacio-tiempo consecuencia de Guerra de Reyes, tienen a los sobrevivientes de Los Guardianes, ocupados durante los últimos números. Y la traca final, la aparición de Thanos. Hay que recordar que, entre el equipo de Quill, tenemos a Drax, cuyo objetivo es la destrucción del autoproclamdo “Consorte de la Muerte”. Entre medias, de nuevo el acierto de encuadrar al grupo en Sapiencial, ese refugio para cualquier raza, donde comenzamos a ver las tensiones generadas por nuestros Guardianes.La historia, nos llevará a conocer la relación entre la falla y el regreso de la Thanos, además de ver lo que supone el “alumbramiento de un nuevo mesías”. ¿La madre?; Dragón Lunar muy a su pesar.
Sin duda, la serie acaba donde tiene que acabar, con espectacularidad, con un guión eficaz y, aunque facilón en algunos sentidos, lleno de diversión. Sin duda, bien acaba lo que bien empieza y Los Guardianes han sido la serie “outsider” de estos últimos años en lo que al cosmos se refiere.