Revista Cultura y Ocio

"Los guardianes", lo último aparecido en España de John Grisham

Publicado el 07 febrero 2021 por Juancarlos53

La trama de Los guardianes se basa en una historia real y tiene que ver con un preso de Texas llamado Joe Bryan. Hace treinta años, Joe fue condenado injustamente por asesinar a su mujer, un crimen espantoso que ocurrió una noche mientras Joe estaba durmiendo en la habitación de un hotel a dos horas de allí.(John Grisham en Nota del autor hablando sobre la novela)

"Los guardianes"es ya la séptima novela que leo de este mago del thriller legal o jurídico. Como he leído a alguien por ahí, nunca he aprendido tanto de procedimientos judiciales (¡norteamericanos, claro!) que leyendo al escritor natural de Jonesboro (Arkansas) John Grisham. La verdad es que tras tantas obras de asuntos judiciales, el sistema norteamericano de jueces, fiscales, sheriffs, alcaides de prisiones, abogados de oficio, seguros, etc. aunque al principio me parecía complejo y difícil sin embargo con el paso de las novelas es ya algo con lo que estoy bastante familiarizado. Y es que si hay algo que Grisham no hace es engañar al lector; es más la mayoría de las veces (en esta ocasión también) la anécdota desarrollada en la obra parte de un hecho real que por lo que sea impactó al escritor de alguna manera. Pero vayamos a la novela en sí.
Sinopsis (proporcionada por la propia editorial)En la pequeña ciudad de Seabrook, Florida, un prometedor abogado llamado Keith Russo fue asesinado a tiros una noche mientras trabajaba hasta tarde en su despacho. El culpable no dejó pistas. No hubo testigos, nadie tenía un motivo. Pero la policía pronto sospechó de Quincy Miller, un joven negro que había sido cliente de Russo. Miller fue juzgado y condenado a cadena perpetua. Durante veintidós años languideció en prisión, manteniendo su inocencia sin que nadie lo escuchara. Desesperado, escribe una carta al Ministerio de los Guardianes, una pequeña organización sin ánimo de lucro liderada por el abogado y sacerdote episcopaliano Cullen Post. Post viaja por el país luchando contra sentencias injustas y defendiendo a clientes olvidados por el sistema. Sin embargo, en el caso de Quincy Miller encuentra obstáculos inesperados. Los asesinos de Keith Russo son personas poderosas y despiadadas, y no quieren que Miller sea exonerado. Mataron a un abogado hace veintidós años, y matarían a otro sin pensarlo dos veces.
Mi comentario Diré para empezar que de sus 28 novelas de ficción legal, "Los guardianes" es la penúltima que John Grisham ha escrito, concretamente en 2019, aunque en España sea la última aparecida en nuestras librerías, exactamente en 2020 en edición de Plaza Janés y traducida por Nieves Calvino Gutiérrez
Cullen Post es un abogado y sacerdote episcopaliano que tras un primer contacto con la realidad del mundo judicial quedó tan estresado y tan desanimado por lo que vio que decidió dar un portazo y dedicarse a los demás. Lo primero que hizo fue recluirse en el estudio y preparación sacerdotal siendo destinado a una parroquia donde será auxiliar de Luther Hodges, que lo acogió nada más salir del seminario. En el momento del suceso que se relata, -las pesquisas para exonerar a Quincy Miller, un negro americano que lleva injustamente en la cárcel 23 años-, Luther Hodges tiene ya 80 años . 
Cullen Post que ya va por los 48 cuando la novela se inicia forma parte del Ministerio de los Guardianes, un minúsculo grupo de personas (sólo está formado, además de por él, por Vicky, la fundadora, por Mazy, una afroamericana separada madre de cinco criaturas, y por Frankie, otro afroamericano que fue el primer caso favorablemente resuelto por el Ministerio gracias al que abandonó la prisión donde había pasado 14 años sin ser culpable de lo que le imputaban. 
Del caso Quincy Miller no quiero decir mucho pues uno de los alicientes de este tipo de novelas es el suspense sobre lo que pasará y las sorpresas que deparan las investigaciones llevadas a cabo por estos cuatro entregados a los demás sin otra compensación que la satisfacción de haber obrado bien y logrado que se haga justicia. Sólo diré que Quincy Miller fue llevado a prisión acusado de haber asesinado a Keith Russo, el abogado que llevó su divorcio y del que Quincy no quedó nada satisfecho. Le ayudaron bien poco los testimonios de su ex-esposa June que confirmó en todo las pruebas inventadas por la policía para imputarle y condenarle: escopeta en casa, aficionado a la caza, y poseedor de una linterna manchada de sangre hallada en su coche luego extrañamente desaparecida. También la policía parece ser que pagó al compañero de celda de Quincy, Zeke Huffey,  para que declarase que éste le había contado cómo mató al abogado Russo; e incluso los garantes de la ley pagaron con droga y dinero a Carrie, una joven drogadicta, para que dijese que la noche de autos vio a un negro de la complexión y aspecto de Quincy corriendo por el callejón donde ella se encontraba. Todo falso. Todo mentira. Quincy Miller se salvaría de la aguja (pena de muerte con inyección) gracias al único negro que formaba parte del jurado que lo juzgó; gracias a él la pena de muerte se convirtió en cadena perpetua. Y de esto ya hace 23 años. 
Muchas de las cosas que suceden en el relato no me han resultado novedosas al haber leído otras muy semejantes en otros relatos suyos. Por ejemplo, la corrupción de algunos miembros de la policía es asunto frecuente en el universo Grisham; también lo es la indolencia mostrada por no pocos funcionarios judiciales como el juez que le cayó en suerte a Quincy en su primer juicio. Muy habituales en estas narraciones son los profesionales que se venden al mejor postor falseando sus análisis periciales o directamente no efectuándolos como hizo el charlatán Paul Norwood que sin hacer ningún análisis serio de la sangre que se veía en las fotografías realizadas a la linterna desaparecida concluye que es del encausado siendo ésta la prueba de cargo mayor que sirvió para condenarle.
Pero no todo en Grisham es acoso y derribo del sistema judicial norteamericano, no. En sus novelas, y en ésta por supuesto, son más las luces que lanza sobre la Justicia en USA que las sombras. Frente a esos policías corruptos (sheriff Pfitzner relacionado con la mafia del narcotráfico, o el guardián Adam Stone que se lucraba pasando móviles y droga a los presos a cambio de 1000$ semanales) hay una gran mayoría de defensores de la Ley íntegros como el actual sheriff Castle y el fiscal McCutcheon que harán lo debido para que se haga justicia con Quincy. Y lo mismo acaece en el campo de los simples agentes policiales como el asesinado Kenny Taft precisamente por su integridad o su compañero Brave Gilmer que lo acompañaba y será esencial en la consecución de la exoneración. Podría decirse para finalizar que aunque tarde -23 años después- la Justicia norteamericana ha curado sus heridas y que los funcionarios de ahora poco tienen que ver con los del pasado. 
Florida, Miami, Alabama, Tampa, Segregación racial, RacismoEn la novela no es sólo el caso Quincy Miller el que lleva el grupo del Ministerio de los Guardianes. 
Pasamos revista a cada uno de mis otros clientes: Shasta Briley, en el corredor de la muerte en Carolina del Norte, condenada por un incendio provocado que mató a sus tres hijas; Billy Rayburn, en Tennessee, condenado por la discutible evidencia científica de lo que se conoce como «síndrome del niño zarandeado» después de que tropezara y cayera mientras tenía en brazos al bebé de su novia; Duke Russell, que sigue en el corredor de la muerte en Alabama; Curtis Wallace, condenado en Mississippi por el secuestro, la violación y el asesinato de una joven a la que no conocía, y Little Jimmy Flagler, de diecisiete años y con discapacidad mental cuando el estado de Georgia lo encerró de por vida. (Cap. 19)
Seis son los casos que simultáneamente están investigando si bien la novela focaliza sólo en dos: el ya comentado de Quincy Miller y el de Duke Russell a quien condenaron a la pena capital por la violación y asesinato de la joven Emily Broone, delitos que no había cometido. El suceso ocurrió en Verona (Alabama). Chad Falwright fue el fiscal del caso y admitió pruebas poco fiables como vello púbico supuestamente del acusado sin comprobar su ADN o considerar poco importante en un caso de violación la ausencia de semen del acusado en el interior o sobre la víctima. 
La novela precisamente se inicia con la última cena de Duke, reo de muerte, que está a hora y media de ser conducido a la sala donde le inyectarán el líquido letal. De manera, digamos, muy americana, media hora antes del plazo fijado llega a la prisión la orden de concesión del aplazamiento solicitado por el abogado Cullen Post. Las nuevas pruebas aportadas por Cullen y los análisis de ADN que éstos realizan de un vello púbico hallado en la escena del crimen comparándolo con el ADN del principal sospechoso para ellos, Mark Carter, última persona que estuvo con la chica violada y asesinada, hacen que una nueva juez se interese por el caso, algo que molesta especialmente al fiscal del caso Chad Falwright
Todos los ingredientes propios del best seller que ya he señalado en reseñas de otras novelas de John Grisham, especialmente en la que dediqué a dos de ellas, las tituladas "El soborno" y "El último testigo" [acceder a la lectura de esta reseña haciendo clic aquí], pueden encontrarse en "Los Guardianes"
  • Extensa y variopinta galería de personajes: A los ya señalados hasta aquí me gustaría añadir el de Tyler Townsead, el joven abogado de oficio que le tocó a Quincy Miller en su primer juicio. Tyler creyó en su inocencia y luchó por ello con sabiduría y buen hacer pero todo el sistema jurídico-policial estaba contra él. Todo y algo más que no desvelaré y que hizo que tras este primer contacto con el mundo de la abogacía se dedicase a la construcción de centros comerciales. En mi opinión, en él se refleja el mismísimo Grisham que también tras unos años en el ejercicio de la profesión de letrado la abandonaría y se dedicaría por completo a la escritura.
  • Funcionamiento de la sociedad americana real a través del mundo jurídico en el que la historia se realiza:
    • Segregación racial: Quincy Miller, americano de color, es condenado por un  jurado compuesto por blancos y un solo hombre negro. Sólo por ser negros tanto él como Duke Russell son, de mano, sospechosos.
    • Sociedad consumista: No se deja a un lado el capitalismo de la sociedad americana en que todo esto está sucediendo. Así al bufete de abogados que se interesa por el futuro segundo juicio de compensación a Quincy Miller por los años pasados en prisión, le mueve no un interés altruista como a los Guardianes sino exclusivamente el monetario dados los muchos cientos de miles de dólares que el Estado deberá dar a Miller por la injusticia cometida con él. Y ellos, el bufete, se llevará un saneado porcentaje de los mismos.
    • Fraude frecuente: Es el asunto capital que se expone. Fraude en las pruebas, fraude en los testimonios, fraude en todo.
    • Realidad humana de los funcionarios: Especialmente se fijan en los funcionarios de prisiones que deben enfrentarse a una jungla de delincuentes por un sueldo misérrimo de sólo 12 dólares a la hora, lo que hará que muchos se sientan tentados por los dineros que los 'malos' les ofrecen.
Y Grisham en esta novela, al igual que en las anteriores, tira de manual en lo referente al thriller policial clásico: 
  • Corrupción policial
  • Afición por los automóviles. Poca en esta ocasión pues el protagonista tira de un mediocre SUV de la marca Ford. 
  • Pistolería clásica: el viejo Frankie se hace con una Glock de 9 milímetros por lo que pudiera pasar.
  • Alcoholismo: el viejo abogado Glenn Colacurci al tiempo que aconseja a su discípulo Cullen Post bebe y bebe sin descanso. También alguna vez Post hace lo proio.
  • Poco dormir: Es una constante en este tipo de novelas. Estos chicos investigadores duermen poco y están como una rosa.
  • Mucho tabaco en alguno de los convictos: Parece ser que el antitabco ya se ha impuesto en todos los ámbitos, también en el de la novela policial. Sólo fuman los malos o los muy maltratados por la existencia.
  • Algo de sexo y cierto machismo Así el exonerado Quincy Miller al ser preguntado por lo que desea hacer cuando consiga la libertad dice: "Quiero unas costillas, una cerveza y una mujer". O sea quiere tres 'cosas'.
  • Y todo narrado en primera persona por el personaje protagonista, el propio abogado investigador Cullen Post.
Finalizo la reseña con unas cuantas citas textuales que me parecen reveladoras de lo que trata el relato y también del tono que el mismo tiene:
CITAS: 
    • Tengo una buena vida, una mujer guapa y tres hijos adolescentes. No quiero saber nada de esto después de hoy. Buena suerte, pero no quiero volver a verlo. (Tyler Townsead a Cullen Post en cap. 23)
    • Mi abogada adjunta es Susan Ashley Gross, la guerrera del Proyecto Inocencia del Centro de Florida. Susan Ashley estaba conmigo hace siete años, cuando sacamos a Larry Dale Kline de la cárcel de Miami.(cap. 28)
    • Elegimos nuestros casos con sumo cuidado, y una vez que nos comprometemos, investigamos y litigamos con diligencia. Nuestro objetivo es descubrir la verdad y exonerar a nuestros clientes, algo que hemos hecho ya nueve veces en los últimos doce años. (cap. 30)
    • Nolton sonríe y el caso le gusta todavía más. Una banda de narcotraficantes, un cártel mexicano, un sheriff corrupto, el asesinato de un abogado en su escritorio, una condena injusta y ahora un intento de asesinato por encargo a fin de impedir la exoneración. No tienes un caso así todos los días (cap. 33)
John Grisham,Los Guardianes, Nieves Calvino Gutiérrez (traductora)
Como sucede con todas o, al menos, la mayoría de sus novelas, "Los guardianes" de John Grisham es una grata lectura que sirve para llenar de manera entretenida esas horas muertas en que buscamos algo ligero.__________________________________
Si quieres conocer la biografía de John Grisham pásate por la reseña que hice de su novela "Un abogado rebelde" donde, además de comentar la novela, hablo de ella.
Otras obras del autor reseñadas en este blog:
      • "El soborno"
      • "El estafador"
      • "Un abogado rebelde"
      • "El último testigo"
      • "Tiempo de matar"
      • "El proyecto Williamson"  


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