Nada más importante para un emperador que su ejército... ¿y porqué no enterrarlo con él en el momento de su muerte? Este fue el caso del Emperador Qin Shihuang de la dinastía Qin (210 a.C), que varios años antes de morir, envió a construir más de 7.000 soldados de terracota que lo acompañarían durante la eternidad y no hace mucho tiempo es redescubierta esta gran maravilla de la historia de China
7000 soldados de terracota idénticos a primera vista, pero al detenerse bien frente a sus rostros, se podrá notar que cada uno de ellos es diferente. También se desenterraron 100 carros de caballos y 700 caballos en conjunto preparados para la batalla, dispuestos en tres fosas que abarcan unos 20.000 metros cuadrados totales.