Don Mariano, es usted un hombre marcado por la mala suerte que le trae su incapacidad para librarse de las malas compañías, o por concederle poca importancia a la corrupción que las acompaña.
Y si los atentados del 11M de 2004 le hicieron perder las elecciones generales de entonces, las corrupciones que se descubren ahora en el PP día tras día están a punto de destruir su carrera política.
Y ello, a pesar de que su mandato de cuatro años libró al país de la ruina, como señalan las autoridades de la UE, EE.UU. y de los grandes organismos internacionales.
Tuvo mejor fortuna a finales de 2011, cuando ganó, pero realmente está usted marcado por traumas ante los que reacciona mal.
Piense en 2004, cuando apareció desconcertado tras los atentados, y ahora ante los escándalos multiplicados el último mes, Acuamed, Taula, Púnica y Valencia, sumados a los heredados desde hace más de un lustro, como el de Bárcenas.
Se diría que los Hados se enseñan en usted, que lo han señalado como chivo expiatorio, mientras protegen a los socialistas, sometidos a más investigaciones judiciales que el PP, y a los nacionalistas y su familia Pujol.
Ningún juez los manda a la cárcel, mientras que los suyos parecen entrar en ella hasta abarrotar todo el sistema penitenciario.
Tiene que ser que los Hados le odian a usted: este ensañamiento lleva incluso a la policía a entrar constantemente en la sede central del PP para incautar documentos y ordenadores.
Los Hados, no hay otra explicación, y usted viendo cómo protegen a sus rivales.
Aunque al menos podemos creer que la justicia española no teme perseguir a los poderosos, acosando también a miembros de la familia de los reyes, que seguramente acabarán en prisión.
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SALAS