Los hijos deben ser participantes activos en nuestra vida
abr2013 19
posted by Zulema de Mamá es bloguera on Aprendiendo con dos enanos
Otra educación sí es posible, sólo hay que quererla. Si miramos a nuestro alrededor probablemente deseemos o pensemos que algunas cosas en las personas deben cambiar, pero es equívoco pensar que los adultos cambian. Para eso, está la educación desde pequeños, lo que te va a formar como personas y te inculcará unos valores que quizá después, de adulto, no consigas interiorizar.
No intentemos cambiar a los adultos de hoy, prácticamente es misión imposible. Pero sí tenemos en nuestra mano generar adultos mejores para el futuro, adultos más capacitados emocionalmente para crear una sociedad más estable y comprensiva. Una sociedad que se base en el respeto, en todos los sentidos. Está en nuestra mano hacerlo enseñando a nuestros hijos que sí existe otra forma de hacer las cosas, aunque quizá los resultados no se vean tan rápidamente, pero que terminan siendo más satisfactorias y efectivas.
Quizá ha sido después de ser madre cuando más me he dado cuenta de la falta de educación que tienen las personas, sobre todo cuando hablamos de personas mayores. Mayormente son incapaces de pararse a pensar cómo le pueden sentar sus palabras a la otra persona antes de pronunciarlas, y es que antes eso funcionaba así. Los mayores decían algo y los niños tenían que aceptarlo sin rechistar, fuese lo que fuese. Así fueron criados y educados, el adulto siempre tiene la razón.
Por suerte los tiempos cambian y las personas vamos evolucionando. Se puede decir que hoy en día los padres y madres estamos más concienciados en el ámbito emocional y lo que ello supone para el desarrollo de nuestros hijos, o al menos muchos de nosotros. Como madre hay palabras que no admito que sean dirigidas a mis hijos, y si en algún momento llegan ellos no tienen porqué callar y tragar con ello, tienen el derecho a réplica. Y para el que lo pueda estar pensando no, no son maleducados ni contestones, yo no los considero así, simplemente tienen el mismo derecho a expresarse que tenemos los adultos. Por ser más pequeños no tienen menos derechos.