El ahorro energético sigue siendo la asignatura pendiente entre los españoles. Aunque se ha mejorado los hábitos de ahorro y concienciación, aún queda mucho camino por recorrer. Según el 10º índice de la Eficiencia Energética en el hogar realizado por la Fundación Gas Natural Fenosa, el conjunto de los hogares españoles podrían ahorrar más de 5.350 millones de euros en la factura de gas natural y electricidad si aplicaran medidas de eficiencia energética.
Este estudio recalca que aplicando ciertas medidas de eficiencia, en España se podría llegar a ahorrar un 27,4% de la factura energética. El mayor potencial de ahorro recae en los electrodomésticos, la iluminación, la climatización del hogar y el uso eficiente del agua caliente.
Para reducir la factura energética, ClimAhorro, especialistas en climatización del hogar, hace una recopilación de trucos y medidas de ahorro:
Los electrodomésticos suponen el 42,9% del potencial de ahorro en el hogar
Usar de manera eficiente la lavadora, lavavajillas, neveras y hornos podría hacernos ahorrar 2.960 millones de euros al año según el estudio nacional de la Fundación Gas Natural Fenosa. Algunos trucos para ahorrar con el uso de electrodomésticos en el hogar son, por ejemplo, utilizar programas cortos y con agua fría en la lavadora, llenar el lavavajillas, apagar el horno 5 minutos antes para aprovechar el calor o desenchufar todos aquellos aparatos de la corriente cuando no se vayan a usar.
Las comunidades que más margen tienen para ahorrar en cuanto al uso de electrodomésticos son El País Vasco, la Rioja y Galicia.
Por otra parte, la iluminación tiene un potencial de 340 millones de euros de ahorro al año. El consejo más destacado en ahorro de luz es renovar las bombillas tradicionales por unas de tipo LED, ya que reducen drásticamente el consumo de luz, pudiendo ahorrar hasta un 88%.
La zona Norte de España es la que tiene un mayor potencial de ahorro, especialmente en comunidades como Cantabria o el País Vasco.
El tercer gran grupo en potencial de ahorro es la calefacción doméstica, pudiendo ahorrar hasta un cuarto de la actual factura energética, lo que corresponde a 1.190 millones de euros al año. Algunos de los hábitos recomendados para una calefacción más eficiente son:
- Mantener la temperatura de calefacción entre un 19 ºC y 21 ºC. Por cada grado de más, el consumo puede incrementarse un 7%.
- Realizar el mantenimiento de la caldera al menos una vez al año, puede suponer un ahorro del 15% anual.
- Mantener los radiadores limpios y sin muebles o elementos que dificulten la difusión del aire caliente. Existen paneles reflectantes para radiadores, por ejemplo, para no perder energía calorífica por la pared.
- También es importante purgar los radiadores para extraer el aire que ha quedado dentro. Se recomienda hacer al inicio de la temporada, en otoño.
- A la hora de comprar, es importante optar por calderas de gas condensación de alta eficiencia, ya que pueden ahorrar hasta un 30% en la factura energética, con respecto a una caldera convencional. Entre las más eficientes destacan las calderas Junkers, las calderas Saunier Duval y las calderas Ferroli.
- Utilizar termostatos para regular la temperatura
Finalmente, el aire acondicionado tiene un potencial de ahorro del 19,5%, lo que se traduce en unos 650 millones de euros al año. Las comunidades que más margen de ahorro registran son aquellas que caracterizadas por climas más calurosos, como Canarias y Andalucía. Especialmente en estas comunidades se recomiendan las siguientes acciones de ahorro energético:
- Mantener la temperatura del aire acondicionado en torno a 25ºC, suficiente para sentirse fresco durante el verano.
- Cerrar cortinas y persianas, especialmente durante las horas de mayor calor, ya que las ventanas son la principal vía de acceso de las altas temperaturas del exterior.
- Usar toldos en ventanas y balcones para proteger la vivienda del Sol. Esto podría reducir la sensación térmica hasta un 90%.
Por otro lado, existen hábitos muy extendidos entre la población que son muy poco eficientes, como la utilización de sistemas de gestión energética o domótica en el hogar, el mantenimiento inadecuado de frigoríficos y congeladores o el uso inadecuado de los sistemas de reducción del caudal de agua.