Revista Cultura y Ocio
Ficha técnicaAutor/a: Stieg Larsson
Traductor/a: Martin Lexell y Juan José Ortega Román
Editorial: Destino
Edición: 2009
ISBN: 978-84-233-4044-6
Páginas: 665
Había visto este libro en varias librerías pero no había sentido especial atracción hasta que todo el mundo empezó a hablar de él. Algunos decían que es uno de los mejores thrillers que se han escrito en los últimos años, otros que si la vida del autor tiene cierto paralelismo con la de uno de los principales protagonistas y hubo quien dijo que la muerte de Larsson no había sido accidental. Todo esto hizo que se despertara mi interés por la trilogía Millenium y decidí leerlo.
La historia comienza cuando Henrik Vanger, un empresario ya retirado, recibe el día de su ochenta y dos cumpleaños una flor seca enmarcada. Este hecho no tendría nada de particular si no fuera porque quien le hacía ese regalo, cada año, era su sobrina Harriet que desapareció hace treinta y seis años en una isla propiedad de la familia y sin haber dejado ningún tipo de rastro.
¿Qué le pasó a Harriet y quién le manda esas flores? ¿Su asesino? Estas son las preguntas que Henrik trata de responder y, para ello, contrata a Mikael Blomkvist, un periodista de investigación y buque insignia de Millenium, una revista dedicada a airear los trapos sucios del mundo de la política y las finanzas. Sin embargo, Mikael contará con la ayuda de Lisbeth Salander, una inadaptada social que esconde unas cualidades sorprendes.
Para desentrañar la misteriosa desaparición de Harriet, Mikael y Lisbeth se verán envueltos en un entramado de perversiones sexuales, crímenes cometidos en los años sesenta y el oscuro pasado de la familia Vanger.
Larsson consigue engancharnos a una historia intrigante, llena de personajes particulares donde el lector se siente como un espectador gracias a unas descripciones muy detalladas. Esto último tiene su lado negativo para quienes imaginan o visionan todo lo que leen –como es mi caso- ya que hay pasajes tan duros que hacen que llegues a odiar a algunos personajes.
Pese a su gran extensión es una obra que se lee de forma amena -si bien es cierto que hay cosas que sobran, como los megas que tiene el ordenador de Lisbeth que no aporta absolutamente nada a la historia- y que hará las delicias de quienes gustamos de la intriga y el suspense.