Desde pequeños a los chicos les dicen que por ser hombres no deben llorar, que eso es signo de debilidad y un acto propio de una mujer. Sin embargo, la realidad es que los hombres si lloran y que eso a muchas mujeres les gusta (siempre que sea algo normal y no que llore por todo).
Llorar no debería ser un tabú para ningún sexo, ya que permite liberar la angustia y esa sensación tan fea en el pecho que se forma luego de que nos sucede algo malo, triste o preocupante. Todos los sentimientos son válidos tanto para hombres como para mujeres, dicen los especialistas, y reprimirlos no es nada saludable.
En en el mundo actual, donde muchos tabúes y mitos de los sexos se están derrumbando, los especialistas enseñan a los hombres a liberar esos sentimientos sin culpa ni vergüenza. Uno de ellos es Fabio Fusaro, quien sostiene que es importante saber demostrar el dolor y la pena, así como con facilidad se expresa alegría o ira.
Fusaro señala también que los representantes del sexo masculino deben tomar conciencia de que llorar es algo normal, por algo se tiene lágrimas. Además, expresarlo abiertamente ayuda a que la sensación dure menos tiempo. Así como la risa se va, dejando atrás el momento cómico; las lágrimas se seca, vaciando el corazón y el pecho de dolor, y dando la posibilidad de seguir adelante con la vida.
Por otro lado, saber demostrar los sentimientos es una cualidad que las mujeres aprecian en un hombre. Por lo que llorar ante situaciones que así lo requieran no será mal visto por la pareja. Otro detalle que también agrada a las chicas es que les cuentes tus problemas y les permitas ayudarte a solucionarlos. Dejarlas sólo verte angustiado no es tampoco bueno porque le estás transmitiendo tu pesar sin darle lugar a liberte (y liberarse) de el.
Lo irónico es que las mismas mujeres somos responsables de que los hombres no sean expresivos ¿Por qué? Porque muchas veces son las madres quienes les dicen a los pequeños que no deben llorar, sino que deben portarse como “machos”. A esto se suman luego los comentarios de otros familiares y de los amigos. El tener que reprimir constantemente los sentimientos y el recibir burlas cada vez que no se lo hace, puede derivar en una personalidad fría y distante, y hasta violenta.
Además, saber expresar lo que se siente y poder exteriorizarlo de forma sana, por un lado, es una manera de conocerse a uno mismo y de tomar conciencia del ser y de la personalidad; y por otro, permite llevar una vida de pareja saludable, ya que la comunicación es más fácil y fluida entre los cónyugues y con los hijos.
Sin embargo, el hombre tiene que tener mucho cuidado de no volverse un “sensiblero”, es decir de no llorar por cualquier cosa. Soltar lágrimas ante un pajarito muerto en el césped no es ni siquiera atractivo en una chica, así que piénsalo dos veces antes de hacerlo.
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