Los horarios de trabajo inestables influyen en la infertilidad femenina

Trabajar por turnos puede ser realmente molesto en el sentido de que uno no puede programar bien su vida, sin embargo, son  muchos los empleos hoy en día que tienen esta modalidad. El horario de trabajo inestable provoca estrés, que se traduce en un aumento de la infertilidad.

Lo cierto es que más allá de lo cansado y molesto desde la falta de previsión para las propias actividades, trabajar por turnos también podría traer complicaciones con la fertilidad en las mujeres, al menos, según un reciente estudio estadounidense.

Un equipo trabajó sobre un grupo de más de 71.000 enfermeras de dicho país y encontró que aquellas que no tenían turno fijo no sólo tendían a periodos menstruales más irregulares, sino que también solían tener ciclos más cortos -es decir, de menos de 21 días- o, por el contrario, demasiado prolongados.

El hecho principal radica en que este tipo de trastornos también reduce la fertilidad en las mujeres, y aunque no se puede responsabilizar directamente al trabajo por turnos, sí se podría señalar como un factor influyente luego de considerar otros que podrían estar relacionados (como la edad, peso y actividad física), ya que la asociación se mantuvo.

Así lo explicó la autora principal Christina C.Lawson, de U.S. National Institute for Occupational Safety and Health. “Esto nos da más certezas de la relación“, que no describe necesariamente causa-efecto, explicó la experta.

Pero además, y como bien explicó Lawson, existen otros motivos fisiológicos para considerar esta relación: trabajar por las noches altera los ritmos circadianos del organismo, lo que también cambia funciones básicas como la presión y la producción de hormonas.

De manera general, la especialista aconsejó a las mujeres que deben realizar este tipo de turnos rotativos en sus empleos que “traten de cuidarse y que compensen la falta de sueño cuando puedan“.

Finalmente, sugirió que presten mucha atención a la dieta y al ejercicio, ya que según se desprendió de este estudio también aquellas féminas con sobrepeso y obesidad eran más propensas a tener ciclos regulares que sus pares más delgadas.