Todos "los hortelanos"¡Marramiau!
son patituertos,
porque pisan las matas
de los pimientos".
Gozad con esta copla y despedíos de requiebros en las huertas. Dentro de poco, ni patituertos ni enteros, nada de hortelanos y menos de pimientos. Esperemos que en la tierra negra y fértil bajo el estéril hormigón, algún arqueólogo postnuclear con cara de marciano, encuentre una pepita de pimiento, se le encienda el ordenador y averigüe que aquella cáscara puede realizarse nada menos que en el fruto rubicundo de un pimiento. Sólo le faltaría al marciano, inventar de nuevo el hortelano, aunque fuera patituerto.
Felipe Calvo, humanista palentino.
Ensayos y escritos en "Curiosón".