No sé que me empujó a añadir este libro a la lista de pendientes. De verdad que no lo sé. Lo más probable es que una reseña que lo ponía por las nubes me convenciera, y seguramente me hice con él sin molestarme en leer ninguna otra opinión.
He de confesar algo. Puede que en vuestras reseña ofrezcáis muy buenos argumentos explicando por qué debo leer X libros, pero no importa cuántas razones me deis, que no me vais a convencer. A mí, lo que me hace decidirme por un libro a partir de una reseña son fragmentos como este:
"Los huesos del invierno"de Daniel Woodrell es de esas novelas que hacen nacer en ti la urgente necesidad de compartirlas. Novelas que despiertan sensaciones e impresiones que sólo algunos autores, argumentos o protagonistas son capaces de remover. Novelas que te ponen en el disparadero de la escritura. Es increíble e inexplicable, simplemente lo necesitas. Es lo que ocurre con esta obra que abre una etapa nueva en mi vida como lectora del género negro. Obra que te hace enamorarte de una heroína, de una atmósfera y de un género."
Es una cita de la reseña de Los huesos del invierno del blog Bea la de Lola. ¿Habéis visto cuánta pasión hay contenida en ese párrafo? Ese es el único argumento que me convence. Por eso adoro las reseñas de Ana Blausfemia, de Lo que leo lo cuento...aunque no me leo todas sus recomendaciones porque habla con esa pasión en todas sus reseñas.
Las únicas reseñas que me convencen son las reseñas apasionadas, esas en las que las palabras escapan a borbotones, donde la forma de las palabras dicen más que su significado. Y claro, luego me lanzo a la piscina sin haber leído ninguna otra opinión y me pasa lo que me pasa.
Ficha técnica:
Nº de páginas: 216 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: ALBA EDITORIAL
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788484288039
Sinopsis:Ree Dolly, una joven de dieciséis años, anda buscando a su padre que ha desaparecido estando en libertad condicional: si no lo encuentra antes de treinta días, la ley le quitará la casa. Ree tiene a su cargo una madre enferma y dos hermanos pequeños: es el sostén de la familia y hará lo que sea para evitar el desahucio. Daniel Woodrell acuñó la expresión country noir para referirse a sus novelas, ambientadas en la montañosa meseta de Ozark, en Missouri frontera con Arkansas. En efecto, si tomamos el paisaje, el sentimiento y los personajes de una canción country y situamos ahí una trama criminal en torno a la producción de metanfetamina, tenemos Los huesos del invierno (Winter’s Bone), base de la película de culto que en 2010 ganó el Festival de Sundance.
Por qué este título...Al final del libro hay una página con esta explicación:"Unas palabras sobre el títuloEn una entrevista, Daniel Woodrell respondía así a una pregunta sobre el título de su novela: «Lo del invierno es obvio, y lo de los huesos viene de una expresión coloquial. Puede decirse irónica, sarcástica e incluso cariñosamente, cuando se le hace a alguien un favor o una concesión: “Vamos, dale, o échale, un hueso”. En la novela, es el mismo invierno quien le hace un regalo, en forma de unos huesos, a Ree Dolly. El invierno sabe que se lo ha ganado, y la expresión sugiere el doble sentido del gesto y está en consonancia con la novela»."
Opinión:
La sinopsis nos hace pensar que estamos ante otra de esas historias en que una adolescente debe cuidar de sus hermanos y de su madre, haciendo de cabeza de familia porque su padre está ausente, además de preocuparse por conseguir dinero y las tareas del hogar. Y sí, es una parte importante de la historia, pero no me ha dado la impresión de que fuera eso lo que quería transmitir el autor.
Me gustan las historias en las que la protagonista adolescente debe madurar de golpe y cuidar de su familia. Ese aspecto me ha parecido interesante. Ver cómo Ree cuida a sus hermanos y a su madre, cómo se encarga de la casa y cómo viven en la más miserable pobreza. Está muy bien narrada la madurez, los problemas y los obstáculos que debe superar Ree, pero tampoco se busca causar lástima al lector ni se profundiza en los sufrimientos y las penas de Ree, sino que el narrador se limita a dejar constancia con objetividad de sus padecimientos.
La búsqueda del padre no es más que una excusa para ir conociendo la sociedad en la que vive Ree. Éste vive en un barrio marginal, de esos de mala muerte, donde nadie es inocente, donde todo es maldad y violencia. Todos los personajes son marginales: sucios, brutos, sinvergüenzas, sórdidos, indeseables, sórdidos, violentos, malhablados, sin modales, sin educación, que viven en la ilegalidad… bueno, os hacéis a la idea, ¿no?
Vale, pues ahora que os he descrito los personajes he de añadir que no viven en un barrio, ni siquiera en una ciudad, sino en casas dispersas que forman un pequeño pueblo, y todos forman parte de una misma familia, una especie de clan familiar enorme dedicado a la producción y consumo de metanfetamina.
Ha sido interesante conocer las costumbres y el modo de vida de una sociedad así, muy ignorada en la literatura y de la que poco se sabe. Más que interesante, el libro podría haber sido incluso entretenido si no fuera porque es excesivamente vago e impreciso.
Aunque el libro es corto, hay muchas descripciones que han hecho la trama muy lenta. Además, a pesar de estas descripciones, no llegamos a conocer a fondo a esta sociedad, a la que el autor no la sitúa ni en el espacio ni en el tiempo, haciendo que todo sea muy ambiguo.
Porque esa es otra, la trama carece totalmente de interés. Sí, el padre de Ree está desaparecido, pero su paradero no despierta mi interés, lo más probable es que se haya fugado o que esté muerto. El problema es cómo lo va a hacer Ree para conservar la casa.
Por otra parte, todo lo que hace Ree para encontrar a su padre, por mucho que los otros personajes digan lo contrario, no me ha parecido nada heroico. Se limita a visitar a personas peligrosas y preguntar por su padre. Y ya está. ¿Qué pone en riesgo su vida? Sí, pero vaya, me parece mucho más heroico su manera de sobrevivir en medio de la pobreza, la violencia y la sordidez mientras cuida de su familia.
Los personajes no están mal. No hay nadie bueno, ni siquiera los niños, que cuando crezcan serán exactamente iguales a sus padres. Todos los personajes están descritos muy superficialmente, en general como egoístas y violentos, preocupados solo por su bienestar y el de los suyos. Nunca había visto una sociedad tan sumergida en una espiral de violencia que no parece que vaya a tener final.
En conclusión, un libro que sabe a poco, con una trama poco atractiva y que de entretenido tiene lo justo. Se salva especialmente por sus personajes y por ser una novela corta. Si tenéis interés en saber más sobre esta parte de la sociedad, adelante, este libro saciará vuestra curiosidad. Si buscáis una novela que además tenga una trama como Dios manda, entonces, no os acerquéis.
Y aquí tenéis las impresiones que fui publicando en Goodreads a medida que avanzaba con la lectura:PUNTUACIÓN…2/5!
Primeras Líneas…