Un equipo de la Universidad
París Descartes estudió las tendencias que surgen de los registros históricos,
de 120 años de toda Francia concluyendo que parece haber una meseta en los
límites biológicos máximos para la altura, la edad y las capacidades físicas de
los humanos. Estos rasgos ya no aumentan, a pesar del continuo progreso
nutricional, médico y científico. Esto sugiere que las sociedades modernas han
permitido que nuestra especie llegue a sus límites. Somos la primera generación
en tomar conciencia de esto. En lugar de mejorar continuamente, veremos un
cambio en la proporción de la población que alcanza los límites máximos
previamente registrados. Los ejemplos de los efectos de estas mesetas se
evidenciarán con un número cada vez menor de récords deportivos que se romperán
y más personas que alcancen pero no excedan la esperanza de vida más alta
presente. Sin embargo, cuando los investigadores consideraron cómo las
limitaciones ambientales y genéticas combinadas pueden afectar la capacidad de
alcanzar estos límites superiores, se descubrió que nuestro efecto sobre el
medio ambiente desempeña un papel clave. La altura humana ha disminuido en la
última década en algunos países africanos, lo que sugiere que algunas
sociedades ya no son capaces de proporcionar suficiente nutrición para cada uno
de sus hijos y mantener la salud de sus habitantes más jóvenes. Esta Investigación
fue publicada en la revista Frontiers in
Physiology.