Según el propio jugador, uno de los motivos de la marcha de Seydou Keita del Fútbol Club Barcelona han sido los impuestos. El jugador ha firmado en China, con el Dalian Aerbin F.C., un contrato por dos temporadas y catorce millones de euros libre de impuestos. En caso de haber continuado en España, el centrocampista habría tenido que tributar a Hacienda la mitad de sus ganancias. El malí ha admitido que: ''Si sólo me hubiera importado el dinero, no habría tardado tanto tiempo en decidirme, pero ha sido muy difícil tomar este camino y dejar al mejor equipo del mundo''.
Actualmente y tras una decisión en el Consejo de Ministros, las rentas superiores a 300.000 euros anuales van a pagar un 7% más de impuestos, por lo que la cifra se sitúa ya en el 56% en Cataluña y 52% en la Comunidad de Madrid. Esto implica que, en caso de que una persona gane 1.000.000€ al año, ha de pagar 520.000€ de impuestos. La controversia llega a la hora de decidir si es el club o el jugador el que ha de hacer frente al pago de esa subida. En caso de Real Madrid y Barcelona, los dos conjuntos que más dinero se gastan en salarios en La Liga, la diferencia de hacer frente o no a esa subida se cifra en unos 15 millones de euros anuales. Ahora mismo, el 90% de los jugadores de La Liga cobran 300.000€ o más, y el Levante es el único equipo sin ningún jugador que supere ese sueldo.
La Ley Beckham, creada en 2008 pero posteriormente eliminada, establecía que los extranjeros en España sólo tendrían que tributar un 24% de sus ingresos, lo que pretendía atraer a muchas estrellas a nuestra liga. Pese a la huelga de los equipos de fútbol por la imposibilidad de conseguir grandes jugadores extranjeros que la derogación de la norma implicaba, el Gobierno decidió suprimirla y, desde entonces, los jugadores extranjeros con rentas mayores a 300.000€ han estado tributando, al igual que los nacionales, el 45% de sus ingresos. Normalmente, son los clubes los que se hacen cargo del pago de IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) de sus jugadores, pero este nuevo 7% implica muchos gastos. Mientras que altos ejecutivos de clubes de Primera División admiten que ''la Ley está de nuestro lado'', los agentes de los jugadores tendrán que poner todo de su parte para evitar que la subida del impuesto repercuta en el sueldo de los mismos. Al caso de Seydou Keita se podrían sumar el de otros jugadores que no gocen de una titularidad absoluta en sus conjuntos y prefieran acudir a ligas extranjeras, donde el impuesto sea menor y puedan disponer de más dinero. Quizás cobren menos en sus contratos, pero proporcionalmente obtienen más dinero al tener que pagar menos en impuestos. La Liga Española, que una vez parecía un paraíso fiscal para los jugadores extranjeros, parece haberse convertido en una maraña de impuestos de las que algunos quieren salir y, seguramente, más de uno no quiera entrar.GOAL.COM