Revista Opinión

Los indignados no saben indignarse

Publicado el 19 mayo 2011 por Anveger

La Revuelta Española, sin duda, va a sentar precedente en España. ¡Por fin la ciudadanía sale a la calle contra la oligocracia! ¡Por fin se demuestra que a los españoles tienen espíritu reivindicativo!

Si hay algún concenso claro entre todos los españoles es que el bipartidismo imperante y la partitocracia erosionan ostensiblemente a la democracia. En otros países como EE.UU., UK o Alemania, donde tienen más experiencia democrática que nosotros, se observa como los políticos no son en absoluto sectáros, con libertad de voto en el parlamento, y sin leyes que promuevan el bipartidismo ni acuerdos de silencio entre partidos. Así que, ¡ya era hora de solicitar una regeneración de nuestra pseudodemocracia!

Ahora bien, para destruir un sistema lo razonable es proponer otro mejor en su lugar, pues si destruimos nuestro hogar porque está polvoriento, pero no sabemos construirnos uno, estaremos aún peor que antes. Pues algo similar es lo que está ocurriendo en el Movimiento 15 de mayo.

Los indignados no saben indignarse

En primer lugar, en el manifiesto de "Democracia Real Ya" afirman que "existen unos derechos básicos que deberían estar cubiertos: derecho a la vivienda, al trabajo, a la cultura, a la salud, a la educación, a la participación política, al libre desarrollo personal, y derecho al consumo de los bienes necesarios para una vida sana y feliz". Sin embargo, se olvidan del principio fundamental del que todo ser humano no debe prescindir: la libertad.

Y es que, ciertamente, sus propuestas no pueden conjugarse con la libertad. Un ejemplo: "derecho al consumo de los bienes necesarios para una vida sana y feliz". ¿Quién decide qué bienes son necesarios y cuáles no? ¿El que los necesita o el Estado? ¿Derecho al consumo? ¿No debería consumirse lo que cada cual necesita en función de sus ganancias y necesidades? ¿No es ésta una propuesta cercana al racionamiento comunista? Además, si el Estado debe dar a unos, debe quitar a otros y esto va en contra con otro principio de su manifiesto “libre desarrollo personal”.

Mientras la Unión Europea vela por la reducción del déficit público, para que nuestra economía no nos lleve a la pobreza, ellos abogan por un paquete de medidas despilfarradoras, así como colectivistas (y, por tanto, contrarias a la libertad individual). Ayudas para alquileres, más ayudas al paro, reducir el coste de las matrículas universitarias, más transporte público. ¿Pero no se dan cuenta que el dinero no sale de las piedras? ¿No se percatan que ese dinero es ganado por el esfuerzo de todos los contribuyentes? ¿No ven que aumentar al gasto es desincentivar el empleo, quitando a unos para darle a otros?

La guinda de sus propuestas son las referidas a la banca. Quieren prohibir el rescate, quebrando así los bancos y nacionalizándolos. Bien es cierto que la crisis la ha provocado el sistema financiero internacional, pero ello es porque la ley lo permitía: así que no nos quejemos de los banqueros sino únicamente de los legisladores. Además, cuando disfrutábamos de la burbuja, nadie se quejó de sus acciones.

Por mucho que hayan provocado la crisis, no rescatarlos supone perder el 97% de los depósitos o, lo que es lo mismo, empobrecer absolutamente a toda la ciudadanía española. O quieren morir matando no o ven las consecuencias de sus propuestas.

La nacionalización de los bancos es aún peor. Si el sistema financiero está como está por que el Estado ha permitido voluntariamente los privilegios a la banca (que causan destrozos al ciudadano, en forma de crisis) imaginemos cómo estaría si se nacionalizara.

A lo largo de la historia siempre ha ocurrido igual. Primero los bancos actúan éticamente, sin "jugar" con el dinero de nadie; luego, el Estado en coalición con los bancos, proclamaban leyes para repartirse los beneficios que daba "jugar con el dinero" y, por último, cuando el banco quebraba, éste era nacionalizado, soportando el Estado todas las quiebras que en el futuro sucederían y jugando con el dinero privado a placer. ¿Cómo criticar a los políticos y, a la vez, proponer una nacionalización de la banca, para que nos controlen aún más?

No obstante, todo no son malas noticias. Una vez que tengamos asegurados nuestros depósitos, podrían eliminarse los privilegios bancarios sin empeorar el sistema. Sólo basta con abolir la reserva fraccionaria por ley e impedir que el banco utilice nuestro dinero, con el fin de que no surjan futuras burbujas y sus consiguientes recesiones.

En definitiva, un movimiento con deseos e intenciones positivas, pero cuyas medidas son tipo bumerán, a saber: lo que ellos proponen agrava aún más la situación que, según ellos, es tan bochornosa.


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