Revista Cine
La propuesta asesta un duro golpe a un estado tan criticado como adoptado por millones de personas en el mundo: el estado infiel.Contada por capítulos en diferentes historias, cada uno con una cruel moraleja, resulta un tanto incómoda como divertida. Lo mejor: los comprometidos protagonistas que además de versátiles desnudan sus humanidades en todo el sentido de la palabra, Jean Dujardin y Gilles Lellouche.El reparto coral es magnífico y cada uno hace lo suyo en cada uno de las absurdas, divertidas, vergonzantes, ridículas, patéticas y aterradoras situaciones en las que se meten estos infieles que evidencian, que la sacrosanta institución del matrimonio monogámico genera más sufrimiento que satisfacción, con el agravante que el estado "liberado" en el que huyen de sus parejas resulta en la mayoría de los casos, un fiasco. La película grita a cada paso, no salgan, quédense en casa al lado de su amorosa esposa y sus adorables hijos. Afuera en la inhóspita ciudad, en la noche seductora y desconocida, cualquier cosa (mala en su mayoría) puede pasar.De lo mejor, la sesión de infieles anónimos con la terapista interpretada pro Sandrine KiberlainLos capítulos son dirigidos además de sus protagonistas por: Emmanuelle Bercot, Fred Cavayé, Alexandre Courtès, Michel Hazanavicius, Eric Lartigau.Michel Hazanavicius ya había dirigido a Dujardin en "El Artista" por la que ganó el Oscar a mejor actor.El reparto coral es: Guillaume Canet, Mathilda May, Alexandra Lamy, Sandrine Kiberlain, Aina Clotet, Isabelle Nanty, Géraldine Nakache, Manu Payet, Lionel Abelanski, Clara Ponsot, Charles Gérard, David Allen Cluck, Cherry Vercher, Maëva Pasquali, Luca Lombardi, Partha Majumder, Johanna Nizard, Joan Riegert, Eddy Saccomani