Lujo, arte y ciencia se coordinan en los instrumentos astronómicos que el landgrave Wilhelm IV de Hessen-Kassel mandó construir para el primer observatorio moderno de Alemania en 1560.
Por Kassel pasaron hombres de ciencia tan importantes como Tycho Brahe pero quien mantuvo residencia permanente fue Jost Bürgi, excelente instrumentista y coautor del cálculo logarítmico.
Precisos cuadrantes en latón, esferas y relojes astronómicos ocupan la planta noble del Museum für Astronomie und Technikgeschichte del Palacio de la Orangerie de Kassel.
Los relojes mecánicos con múltiples esferas, solares con eclíptica y calendarios, están adornados con los sabios. En reloj de Augsburgo de 1560 podemos ver trabajando a Euclides, Arquímedes, Tales, Ptolomeo, Copernico y hasta Alfonso X, cuyas tablas seguían en uso.