Revista Salud y Bienestar
Los jóvenes médicos de familia demandan una mayor estabilidad laboral y más oportunidades de formación
Por Fat
Los jóvenes médicos de familia demandan una mayor estabilidad laboral y más oportunidades formativas una vez terminado el periodo de residencia, tal y como han dejado constancia durante las XV Jornadas de Residentes de Medicina Familiar y Comunitaria y II Jornadas de Jóvenes Médicos de familia que acaban de celebrarse en Madrid, organizadas por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).
Más de 300 médicos residentes y jóvenes médicos de familia se han dado cita en este encuentro que, en palabras del responsable de la sección Jóvenes Médicos de Familia de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), Manuel Sarmiento, “pretende impulsar la especialidad, el papel del residente en la misma y su proyección tanto a nivel personal como profesional. Es muy común que al terminar la residencia nos centremos en buscar la estabilidad laboral, por lo que ampliar nuestra formación o la investigación pasan a un segundo plano. De esta manera, se trata de ocupar el hueco que queda vacío entre el paso de ser residente a médico adjunto y fomentar y renovar el papel del MIR de MFYC, con un mayor nivel de implicación”.
-El mercado laboral en AP
Tras el anuncio del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad de crear una especialidad de Urgencias y Emergencias, los jóvenes médicos de familia y residentes denuncian que ante la actual situación de crisis se les cierra una importante salida laboral. “Una situación que unida al hecho de que ya empieza a haber jóvenes médicos de familia en paro, puesto que no se cubren las sustituciones que quedan vacantes, y que los recursos no son los adecuados, está motivando una mayor precariedad laboral en la especialidad”, advierte Manuel Sarmiento.
No obstante, la situación de los residentes varía según cada Comunidad Autónoma. Y pese a que las salidas laborales del médico de familia son diversas, desde la atención primaria o las urgencias hasta la investigación, las Unidades Docentes o la gerencia, para Manuel Sarmiento los contratos a los que tienen que acceder para trabajar no permiten en la mayoría de las ocasiones ni la estabilidad laboral ni familiar de los jóvenes médicos de familia, “ya que los contratos se van renovando por meses e incluso quincenalmente”, asegura el vocal de residentes de semFYC.
“Una vez acabado el periodo formativo, en la etapa de médico joven, es preciso que podamos disponer no sólo de una oferta laboral amplia, sino estable y debidamente remunerada, que nos permita desempeñar las labores propias del médico de familia y que favorezcan nuestro potencial, apostando por el desarrollo profesional continuo y la promoción de la capacidad resolutiva e investigadora de la especialidad”, afirma.
-Necesidades formativas
La sociedad demanda una asistencia integral y continuada, y ese conocimiento global del paciente sólo lo puede tener el médico de familia. Entre las características que definen a esta especialidad están su capacidad para manejar los problemas de salud independientemente de la edad o sexo del paciente, el empleo eficiente de los recursos sanitarios, la atención continua de los enfermos crónicos, la prevención y promoción de la salud y las habilidades de comunicación.
Para Manuel Sarmiento, durante el periodo de residencia está muy definida la formación, “sin embargo, una vez finalizada, a la dificultad de formarse debido a los problemas para compaginar el trabajo con cursos o congresos, hay que unir la falta de un programa formativo post-residencia”. Aunque como continúa, “la ampliación del periodo de residencia a cuatro años ha favorecido una mejor capacitación y madurez de los médicos de familia finalizado este periodo de formación”.
Más de 300 médicos residentes y jóvenes médicos de familia se han dado cita en este encuentro que, en palabras del responsable de la sección Jóvenes Médicos de Familia de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), Manuel Sarmiento, “pretende impulsar la especialidad, el papel del residente en la misma y su proyección tanto a nivel personal como profesional. Es muy común que al terminar la residencia nos centremos en buscar la estabilidad laboral, por lo que ampliar nuestra formación o la investigación pasan a un segundo plano. De esta manera, se trata de ocupar el hueco que queda vacío entre el paso de ser residente a médico adjunto y fomentar y renovar el papel del MIR de MFYC, con un mayor nivel de implicación”.
-El mercado laboral en AP
Tras el anuncio del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad de crear una especialidad de Urgencias y Emergencias, los jóvenes médicos de familia y residentes denuncian que ante la actual situación de crisis se les cierra una importante salida laboral. “Una situación que unida al hecho de que ya empieza a haber jóvenes médicos de familia en paro, puesto que no se cubren las sustituciones que quedan vacantes, y que los recursos no son los adecuados, está motivando una mayor precariedad laboral en la especialidad”, advierte Manuel Sarmiento.
No obstante, la situación de los residentes varía según cada Comunidad Autónoma. Y pese a que las salidas laborales del médico de familia son diversas, desde la atención primaria o las urgencias hasta la investigación, las Unidades Docentes o la gerencia, para Manuel Sarmiento los contratos a los que tienen que acceder para trabajar no permiten en la mayoría de las ocasiones ni la estabilidad laboral ni familiar de los jóvenes médicos de familia, “ya que los contratos se van renovando por meses e incluso quincenalmente”, asegura el vocal de residentes de semFYC.
“Una vez acabado el periodo formativo, en la etapa de médico joven, es preciso que podamos disponer no sólo de una oferta laboral amplia, sino estable y debidamente remunerada, que nos permita desempeñar las labores propias del médico de familia y que favorezcan nuestro potencial, apostando por el desarrollo profesional continuo y la promoción de la capacidad resolutiva e investigadora de la especialidad”, afirma.
-Necesidades formativas
La sociedad demanda una asistencia integral y continuada, y ese conocimiento global del paciente sólo lo puede tener el médico de familia. Entre las características que definen a esta especialidad están su capacidad para manejar los problemas de salud independientemente de la edad o sexo del paciente, el empleo eficiente de los recursos sanitarios, la atención continua de los enfermos crónicos, la prevención y promoción de la salud y las habilidades de comunicación.
Para Manuel Sarmiento, durante el periodo de residencia está muy definida la formación, “sin embargo, una vez finalizada, a la dificultad de formarse debido a los problemas para compaginar el trabajo con cursos o congresos, hay que unir la falta de un programa formativo post-residencia”. Aunque como continúa, “la ampliación del periodo de residencia a cuatro años ha favorecido una mejor capacitación y madurez de los médicos de familia finalizado este periodo de formación”.
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