Un estudio de la Universidad de Buffalo demostró por primera vez que los hombres obesos de entre 14 y 20 años de edad tienen un 50 por ciento menos de testosterona total que los varones de peso normal de la misma edad, aumentando significativamente su potencial de ser impotentes y estériles de adultos.
Los autores son los mismos investigadores que informaron por primera vez en el año 2004, la presencia de niveles bajos de testosterona, conocida como hipogonadismo, en hombres obesos con diabetes tipo 2.
Los investigadores se sorprendieron al observar una reducción del 50 por ciento de la testosterona en el estudio pediátrico, porque estos varones obesos eran jóvenes y no eran diabéticos.
Según comentan, las implicaciones de este hallazgo son terribles, porque estos jóvenes son potencialmente impotentes y estériles.
Estos resultados demuestran que el efecto de la obesidad es de gran alcance, incluso en los jóvenes, y que la ingesta nutricional y el estilo de vida desde la infancia tienen repercusiones importantes en todas las etapas de la vida.
Además de las consecuencias reproductivas, la ausencia o niveles bajos de testosterona que se encontraron también aumentan la tendencia hacia el desarrollo de grasa abdominal y la reducción de tejido muscular, lo que conduce a la resistencia a la insulina, lo que contribuye a la diabetes.
La buena noticia es que se sabe que los niveles de testosterona vuelven a la normalidad en los jóvenes obesos que se someten a una cirugía de bypass gástrico.
Es posible que estos niveles también vuelvan a la normalidad a través de la pérdida de peso como consecuencia del cambio de estilo de vida, aunque esto debe ser confirmado por estudios más amplios.