Los jóvenes que sobran

Tenemos un problema: los jóvenes sobrantes. Eso debe ser lo que se dicen en China ante la situación de muchos de sus chicos -y pocas chicas-, que están solteros a edades en las que deberían estar casados, entre los 20 y 25 años. Allí los llaman sheng, por si alguien se lo preguntaba.
Pero claro, la juventud ha cambiado de mentalidad y entre eso y las presiones laborales y económicas, porque otra cosa no, pero hay que reconocer que los chinos trabajan como... animales, prácticamente todo el día y claro, así uno no tiene tiempo de buscar el amor.
Si a eso le sumamos que sus padres piensan como hace 2.000 años y que encima se sigue haciendo selección de sexo en los hijos, por aquello de que en el campo se prefieren chicos a chicas para trabajar y por la absurda imposición de un hijo único, pues el resultado es que hay más hombres que mujeres.
Ante esta situación propongo varias soluciones:
1. Mandar a freir espárragos la mentalidad
2. Harenes de hombres para una sola mujer
3. Relajar un poquito las exigencias de las mujeres en cuanto a los hombres. Es que oye, si no tienen casa, estabilidad económica y ahorros, las tias no les quieren.
4. No tengo ni idea de lo que hay que hacer realmente y propongo tonterías
Lo más gracioso del asunto es que los jóvenes recurren en ocasiones a ofrecer dinero a otros jóvenes y finjan ser su pareja para que así sus padres se queden tranquilos. Luego supongo que harán fase de ruptura y listo.
Mientras tanto, los progenitores acuden a ferias en las que intercambiar información sobre sus hijos solteros con otros padres y así preparar citas-encerronas a los vástagos. Encantador.
Al final veo que todos los jóvenes emigran a un país en el que no tengan que responder ni estén presionados ante semejante situación y así poder comenzar una vida tranquila y tener los hijos que quieran con quien quieran cuando quieran y montar sus propios negocios... espera, esto me suena...