De la red
Germinan los caudales en la palabraque dice rebeldíacuando su canto se elevaen tonos tan claros como sus ojos.Una procesión de transparencias revolotea sus fragilidades.Donde yo veo una niña infinitalos demás ven una mujer sin rumbo.
Las razones se deslizan indolentes entre los sacrificados, que juzgandesde sus mansiones, o las desafortunadas físicasque, con el rencor bien escondido,crucifican las bellezas sensoriales.
La excomulgaron de la revolucióny de la universidad—que era para revolucionarios—.Le exigieron de su cuerpoalgunos desmadrados oportunistasque fingieron su honradez.
Esgrimieron la razón para el abusocuando ésta no honraba la verdad,y aun hoylos justifican otros hijos de puta.
Pichy