Este conjunto de movimientos que nosotros denominamos katas superiores, podría ser sustituido por otro más acorde a sus objetivos, por ejemplo katas avanzados, pues nadie debería estudiarlos a no ser con los suficientes conocimientos, tiempo de práctica y experiencia en katas básicos, para poder adentrarse en este mundo de posibilidades infinitas.
El complejo universo de los katas y la posibilidad de poder opinar sobre ellos, requiere no solo conocerlos a fondo y haberlos practicado infinidad de veces, sino sobre todo poseer una mente y un espíritu predispuesto que permita acceder a sus mensajes, contenido esotérico y místico. Será por lo tanto indispensable partir de esta premisa para que estos ejercicios empiecen a sernos útiles en nuestro recorrido hacia el conocimiento del Karate-Do.
Estos sistemas de movimientos en su fase primitiva eran capaces de curar enfermedades y de mantener al cuerpo en perfecto estado de salud física y psíquica, consiguiendo esa capacidad a través del control de la energía (Ki).
Así podemos observar que ningún kata comienza con una acción de ataque sino todo lo contrario, ya que su propósito inicial no era otro que defenderse de las posibles agresiones que aparecen a lo largo de la vida, poniéndola en peligro unas veces por la enfermedad, o el propio entorno.
Para que su contenido fuese secreto, eran creadas en forma de lenguaje esotérico, incapacitando su traducción a quien no poseía las claves de estos tesoros del infinito, como eran llamadas por los maestros antiguos. El control de la energía se realizaba a través de las acciones gestuales que componen cada kata, tratando de averiguar con su repetición el significado de los mismos, hasta conseguir de forma natural una utilidad práctica que permitía solucionar cualquier problema emergente. Ahora debemos preguntarnos ¿porqué en la actualidad no tienen la misma utilidad y cometido?.
Al ser utilizados como método de entrenamiento militar tuvieron una gran expansión debido al intercambio cultural, lo que ocasionó las diferentes versiones de un mismo Kata.
Hoy en día son la base de valoración en el conocimiento de este arte marcial, tanto en exámenes como en competiciones deportivas, también en el trabajo y estudio del Kumite y la defensa personal. Al tratarse de katas avanzados, tenían y siguen manteniendo una división entre aquellos que se utilizan para adquirir el control del Ki, con movimientos cortos y respiración contraída y otros que e realizan con acciones largas y respiración natural. Basándose en este hecho, con posterioridad aparecen las formas Dai y Sho, la primera compuesta de movimientos para lucha a distancia larga y la segunda para distancia corta.
De nuevo podemos observar que todos los katas avanzados, al igual que los básicos, tienen una progresión en su aprendizaje, pues inicialmente tratan de controlar las emociones, como es el caso de los Heian (Pinan), cuya traducción es significativa: “Mente en calma”, otros van dirigidos a encauzar la agresividad, como el kata Seienchin, que significa “Calma en la tormenta”; también nos enseñan a tomar la iniciativa, como es el caso de Bassai, por eso se la traduce como “Romper una barrera”, o como en el saco de Enpi (Wanshu) a cambiar rápidamente de acción o decisión, por eso significa “Vuelo de golondrina”, imitando la diversidad de cambios que realiza en sus desplazamientos. Lo mismo sucede con las restantes katas, que de forma lógica eran trasmitidas del maestro al alumno, hasta adquirir el nivel y las habilidades necesarias en su formación.
Otro dato característico de los katas avanzados, aparte de la importancia de su significado, que como puede observarse ayuda a una mejor utilización y comprensión en el aprendizaje, es su procedencia. Cuando van a dar comienzo y según la posición inicial de las manos, podemos saber a qué escuela pertenecen: si están abiertas, pertenecen a la escuela Naha-te; si los puños están a la altura de las caderas, pertenecen a la escuela Shuri-te y en el caso de que estén mezclados, es decir, una mano rodea al puño o se coloque éste al lado o debajo de la mano, su origen es Tomari-te. La comprensión de estas maravillas se puede resumir con una frase del maestro Nakayama: “Lo maravilloso se encuentra entre lo imaginario y la realidad”.
Luís Miguel Méndez Urueña
Cinturón Negro 8º DAN