En los territorios de frontera de los Balcanes se encuentran dos lagos preciosos, perfectos para pasar unos días de relax (aunque en época de vacaciones reciben tantos turistas que resulta difícil): el lago Ohrid, situado en la frontera entre Albania y Macedonia; y el lago Prespa, en la frontera de estos dos países con Grecia.
El lago Ohrid es seguramente el más conocido de los dos, ya que la región que lo abarca está considerada como Patrimonio de la Humanidad por su belleza natural e importancia cultural. En sus orillas hay muchos lugares de interés, como castillos e iglesias, miradores desde los cuales apreciar las hermosas vistas… Merece mucho la pena hacer un recorrido completo por su perímetro, deteniéndose en las principales poblaciones (Ohrid y Sturga en las orillas macedonias, y Pogradec en las albanesas).
El lago Prespa, por su parte, es menos conocido y precisamente por ello más tranquilo, aunque no menos hermoso. En sus orillas se encuentran cuatro parques naturales, por lo que resulta un lugar especialmente indicado para amantes de la naturaleza y para quienes busquen la tranquilidad: sólo hay una población medianamente importante, Resen, con 9.000 habitantes. En ambos casos, es mejor viajar a finales de primavera o principios de verano, si te apetece bañarte.
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