Resumen del libro
Obligada por su origen noble a contraer matrimonio con el cruel gobernador Festino, la joven Caris de Éfeso huye en dirección a Alejandría disfrazada de eunuco. Su sueño es estudiar el arte de Hipócrates y dedicarse a la medicina, un sueño imposible para una mujer en el año 371 d.C. No obstante las dificultades, Caris logra convertirse en médico y, gracias a sus conocimientos, acercarse a las más altas esferas del poder en pleno ocaso del Imperio romano. Basando esta trama en una detallada descripción de la medicina hipocrática y, por encima de todo, en una cuidada y rica ambientación en la mítica Alejandría, Gillian Bradshaw ha escrito una novela de ágil lectura y gran interés histórico.
Sobre la autora: Gillian Bradshaw
Gillian Marucha Bradshaw (1956) es una escritora estadounidense. Nacida en Falls Church, Virginia, se crió en Washington, Santiago de Chile y Michigan, y reside actualmente en el Reino Unido.
Cursó estudios en la Universidad de Michigan, en donde obtuvo por dos veces premios por sus trabajos sobre la Grecia Clásica. Continuó estudios avanzados en Newnham College, Cambridge, donde estudió filología clásica.
Sus novelas se encuadran dentro de los géneros de la ficción histórica, la fantasía histórica, la ciencia ficción, la literatura juvenil e infantil y ficciones contemporáneas con gran componente científico. Sus novelas históricas no fantásticas están situadas tanto en la Antigüedad Clásica (Egipto y Grecia) como en períodos posteriores como el Imperio Bizantino o la Gran Bretaña romana.
Ha sido aclamada por la crítica debido a la gran verosimilitud tanto de sus obras históricas como de las que incorporan elementos científicos.
De entre sus novelas publicadas en inglés hasta la fecha, se ha editado en español la trilogía sobre Bizancio compuesta por: El faro de Alejandría (The beacon at Alexandria, 1986) -que obtuvo un extraordinario éxito de ventas en nuestro país-, Teodora, emperatriz de Bizancio (The bearkeeper's daughter, 1987), y Púrpura imperial (Imperial purple, 1988), además de El contador de arena.(The sand-reckoner, 2000, ganadora del Premio Alex 2001) y El heredero de Cleopatra (Cleopatra's heir, 2002).
Impresiones personales
No me cabe duda de que Guillian Bradshaw ha impregnado con un poco de sí misma esta novela. Contra la pequeñez, frente a la insignificancia del personaje ante la inercia de su mundo, a pesar del poder de los imperios, plantando cara a la brutalidad de las normas sociales; la protagonista, Caris de Éfeso, se alza con sus propios medios: una tenacidad sin límites y la clara inteligencia de una mujer.
Esta es una historia de liberación, de lucha por demostrar al mundo la igualdad de los sexos ante un proyecto vital: el derecho de elegir su destino tanto en lo profesional (ejercer la medicina) como en lo personal (el amor y el matrimonio). Algo que recuerda a la propia Hipatia de Alejandría, que nacería unos cuantos años después .
Seduce, primero, la presentación histórica del tiempo y de los personajes: convincente, rigurosa... pero aún "engancha" más la ejecución de la trama, el desarrollo de los personajes, la construcción de los diálogos. Alguna vez me ha propuesto escribir una novela y, en el día a día de los personajes, en la rica complejidad de las relaciones sociales creo que fracasaría. Ahí es donde Guillian brilla con luz propia. La relación entre sus personajes se hace cercana, familiar; empatiza con ellos, maneja las claves de los sentimientos de una mujer como, evidentemente, solo ella puede hacerlo.
Por otro lado, describe con realismo histórico la decadencia del Imperio Romano. Un lento pero inexorable declive. A la nostalgia de su eficaz ordenamiento del mundo, a la magnificiencia de su inmenso poder opone la lacra de la corrupción y la aparición de nuevas y poderosas fuerzas: la presión de los pueblos bárbaros empujados por pueblos como los hunos, aún más bárbaros y salvajes; la desesperación del hambre, las luchas religiosas... En medio de fuerzas que los sobrepasan los protagonistas tratan de aportar su granito de arena a la construcción de un mundo más honesto y civilizado. Por lo menos, en su entorno, parece que lo consiguen.
"Pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza. No ejecutaré la talla, dejando tal operación a los que se dedican a practicarla.En cualquier casa donde entre, no llevaré otro objetivo que el bien de los enfermos; me libraré de cometer voluntariamente faltas injuriosas o acciones corruptoras y evitaré sobre todo la seducción de mujeres u hombres, libres o esclavos."
(Fragmento del Juramento Hipocrático)