Revista Cultura y Ocio

Los libros de Teresa de Jesús en la imprenta: primeras ediciones

Por Maria Jose Pérez González @BlogTeresa

Los libros de Teresa de Jesús en la imprenta: primeras edicionesMaría José Pérez, ocd

23 de abril de 2019
Día Mundial del Libro

«En el siglo XVI hubiera sido acontecimiento insólito que una mujer cualquiera, tras escribir un libro, lo llevase a la imprenta para difundirlo en letra de molde. Fue ese, sin embargo, el caso de santa Teresa»[1]. Estas palabras del P. Tomás Álvarez nos sirven para introducir el tema de las primeras ediciones de las obras teresianas. ¿Cuándo y en qué circunstancias vieron la luz los libros de la mística abulense? Vamos a verlos por orden de aparición.

Camino de Perfección

Aunque Teresa de Jesús no llegaría a ver publicado en vida ninguno de sus libros[2], sí trabajó activamente para que se editara el segundo de ellos, su Camino de Perfección. La obra, escrita inicialmente para sus monjas, fue ampliando su círculo, y ella misma dará a leer su “librillo” (como ella lo solía llamar) a laicos, como su mismo hermano Lorenzo, o a clérigos y religiosos no carmelitas:

«¡Oh, cómo quisiera enviar mi librillo al santo prior de las Cuevas que me le envía a pedir!, y es tanto lo que se le debe, que quisiera darle este contento, y aun a Garciálvarez no hiciera daño que viera nuestro proceder, y harto, de nuestra oración, y si el librillo estuviera allá, lo hiciera» (Carta a la M. María de San José, en Sevilla. Toledo, 9 de abril 1577).

Como su modo de escribir no era apto para la imprenta (por ejemplo, porque no incluía signos de puntación), Teresa hizo sacar una copia puntuada y con buena caligrafía, que hoy conocemos como Códice de Toledo, y que ella misma revisó. Al hacerlo, se dio cuenta de que el copista había incluido demasiadas modificaciones por su cuenta y finalmente la copia no era válida para la imprenta, por lo que se hubo de sacar un nuevo traslado, hoy desaparecido.

A cargo de la primera edición de Camino estuvo su amigo el obispo de Évora, D. Teutonio de Braganza. Conservamos una carta de ella en la que hace referencia a este asunto:

«La semana pasada escribí a vuestra señoría largo y le envié el librillo, y así no lo seré en esta, porque solo es por habérseme olvidado de suplicar a vuestra señoría que la vida de nuestro padre San Alberto, que va en un cuadernillo en el mismo libro, la mandase vuestra señoría imprimir con él» (A don Teutonio de Braganza, en Évora, Valladolid, 22 julio 1579).

La situación política del momento en Portugal, junto a la tardanza de las censuras y licencias fueron la causa del retraso en la edición. Teresa no llegaría a su libro impreso, ya que no salió hasta febrero de 1583, cuando ella ya había fallecido.

La obra apareció con este título:

TRATADO / que escrivio la madre / Teresa de Iesus . A las hermanas /Religiosas de la orden de nuestra / Señora del Carmen del Mone-/ sterio del Señor sanct / Josepf De Ávila / de donde a la / sazon era / Priora y fundadora. // Fue impressa la presente obra, / en la muy noble y siempre leal ciudad / de Euora, en casa de la Viuda Mu- / ger que fue de Andres de Bur- / gos, que sancta gloria aya. / 1583.

La edición tenía numerosos inconvenientes, entre otros «la incorporación de rasgos un tanto arcaizantes como la utilización de tipos góticos al comienzo de capítulos y párrafos, además de las inoportunas correcciones, supresiones de pasajes e introducción de palabras y locuciones portuguesas»[3]. Entre las supresiones, cabe mencionar el capítulo 31 entero, dedicado a la oración de quietud, que fue eliminado por orden de la Inquisición portuguesa.

No tardaron en aparecer otras dos ediciones: la primera, a cargo de Jerónimo Gracián, en Salamanca (impresa por el tipógrafo Guillermo Foquel en 1585). La segunda, auspiciada por el Arzobispo de Valencia, Juan de Ribera, y preparada por el librero Baltasar Simón, saldrá impresa en la Casa de la viuda de Huete, en 1587.

Ninguna de las tres fueron satisfactorias. El P. Tomás Álvarez dice de ellas que fueron «precipitadas y deformantes»[4], en parte por el hecho de no estar basadas en el original teresiano.

COPIAS DIGITALES

  • Edición de Teutonio de Braganza, Évora, 1583
  • Edición de Jerónimo Gracián, 1585 (disponible en Google Libros. Vista previa en este enlace. Descargar pdf en este enlace).
  • Edición de Juan de Ribera, 1587 en Valencia (disponible en este enlace, a la Biblioteca Valenciana Digital)

Obras de la Madre Teresa editadas por fray Luis de León

El día 1 de septiembre de 1586, el Definitorio de los Carmelitas descalzos, del que formaba parte Juan de la Cruz, se reunió en Madrid, y aprobó la edición de los libros de la Madre Teresa. Nicolás Doria, provincial, encomienda a Ana de Jesús, recién llegada a la capital para fundar el convento de Santa Ana, del que quedó como priora, la recopilación de las obras. Para ello, tuvo que rescatar de la Inquisición el Libro de la Vida, donde permanecía desde 1575, a pesar del dictamen positivo que se había emitido sobre él. Ana de Jesús recaba también el Camino de Perfección y las Moradas, “con algunos otros papeles sueltos”. Las obras son remitidas al Consejo Real para su aprobación, y luego pasarán a manos de fray Luis de León, que hará la censura y quedará también a cargo de preparar la edición. El agustino pudo contar con los autógrafos de Vida y Camino, pero no así con el de Moradas. Para esta obra se valió de una copia del Castillo Interior de baja calidad, con errores importantes que pasarían a la edición. Junto a estas tres grandes obras, se incluyeron otros escritos menores: Relaciones y mercedes, Exclamaciones y una serie de Avisos apócrifos procedentes de la edición de D. Teutonio de Braganza.

Fray Luis colocó al inicio una Carta-Dedicatoria «A las Madres Priora Ana de Jesús y religiosas Carmelitas descalzas del Monasterio de Madrid» que sería una magnífica presentación. En ella elogia la “elegancia desafeitada” de su estilo y sostiene el carácter inspirado de su obra, al afirmar que su la pluma la movía el Espíritu Santo.

El agustino dio los libros a la imprenta de Guillermo Foquel, en Salamanca, en 1588, con el título: Los libros de la Madre Teresa de Iesus, fundadora de los monesterios de monjas y frayles Carmelitas descalços de la primera regla.

Las obras aparecieron en tres tomos independientes con paginación propia.

COPIAS DIGITALES

Libro de las Fundaciones

De las obras mayores de la Santa, este libro es el que más tardó en imprimirse. Se ha afirmado que no lo consideró idóneo fray Luis, quizá por no tratarse de una obra de tipo espiritual, o por mencionar a demasiados personajes que aún vivían y a los que se podía comprometer. Sin embargo, Ana de Jesús afirma en su deposición para la causa de beatificación de Teresa de Jesús:

«por ocupaciones que había tenido el dicho maestro fray Luis de León no se había impreso, y como murió, quedó comenzado y no se pudo acabar» (BMC, 18, p. 485)

En cualquier caso, la obra quedó inédita hasta que dos exiliados, Jerónimo Gracián y Ana de Jesús (Lobera), lo dieron a la imprenta.

Ana de Jesús, la “Capitana de las prioras” había coincidido con Teresa de Jesús en Salamanca cuando esta comienza la escritura de las Fundaciones, en 1573. Además, compartían celda, y por ello la joven Ana pudo asistir al inicio de una obra que se prolongaría en el tiempo hasta el año de la muerte de la Santa, dando cuenta de cada una de las fundaciones realizadas. Gracián impuso a la Madre Ana escribir la crónica de la fundación de Granada, en la que ella intervino, con Juan de la Cruz, y en la que no había participado la Madre Teresa. Ana de Jesús la redactó en 1586.

Esta primera edición del Libro de las Fundaciones, aparecida en Bruselas en 1610 suprime el espinoso episodio de Casilda de Padilla (cap. 10-11), que podría dar la impresión de que la Madre fundadora se equivocaba en sus juicios…

Teófanes Egido nos ofrece algunas características de la edición:

«Se ofrece un breve de Sixto V (1590), que viene a confirmar la postura de las monjas resistentes al sistema de gobierno que para ellas quiso instaurar el superior (o vicario) general, Padre Doria, y que según Ana de Jesús (y no fue la única en opinar así) no iba de acuerdo con la mente de la fundadora. Al final, y antes del índice, se incluye, para resaltar la empresa de santa Teresa, la carta de san Luis Bertrán; detrás del índice, y antes de las fundaciones francesas y flamencas de Ana de Jesús, se facilitan (en latín y en castellano) las letras apostólicas de Paulo V permitiendo la fundación de carmelitas descalzos en Francia: había sido el deseo constante de Ana de Jesús, incomodísima por la carencia de frailes descalzos que las dirigieran y más molesta aún por la tiranía  despótica que el cardenal Bérulle ejercía sobre los carmelos franceses, que nunca quiso dependientes de la orden»[5].

El libro se publicó en la imprenta de Roger Velpio y Huberto Antonio, con el título Libro de las fundaciones de las hermanas descalças carmelitas, que escribió la madre fundadora Teresa de Jesús.

COPIA DIGITAL

Conceptos del Amor de Dios

Tampoco publicó fray Luis de León las Meditaciones sobre los Cantares de Teresa de Jesús, una obra peligrosa que su confesor Diego de Yanguas le mandó quemar, seguramente para evitarle más conflictos con la Inquisición. Sin embargo, la obra, al menos, en parte, se salvó. De hecho, el dominico fray Domingo Báñez contó con una copia. La examinó y escribió al comienzo: «Esta es una consideración de Teresa de Jesús. No he hallado en ella cosa que me ofenda. Fray Domingo Bañes». Y al final: «Visto he con atención estos cuatro cuadernillos, y no he hallado en ellos cosa que sea mala doctrina, sino antes buena y provechosa. En el Colegio de San Gregorio de Valladolid: 10 de junio de 1575. Fr. Domingo Bañes». Era todo un aval, viniendo de un catedrático de teología con tanto prestigio.

Jerónimo Gracián contaba con un ejemplar manuscrito, y decide darlo a imprenta, aunque desconocía la aprobación de Báñez, presente en una copia que él no manejó (la de Alba[6]). Pero, sabiendo el riesgo que suponía por su temática, la presenta como pensamientos espirituales de la Santa, y así lo titula:

Conceptos del Amor de Dios / escrito por la beata Madre Theresa de Jesus, sobre algunas palabras de los Cantares de Salomon; con unas annotaciones del Padre M. Fr. Geronymo Gracian de la Madre de Dios

Las anotaciones teológicas de Gracián buscan, como él dice, “comprobar su doctrina con la Sagrada Escritura”. Dará el libro a la imprenta en 1611, en Bruselas, también, como las Fundaciones, en la imprenta de Roger Velpio y Huberto Antonio.

El P. Tomás Álvarez, en su estudio sobre esta edición, apunta que Graciánle dio dio su impronta. En la portada, aparece su sello o divisa personal, luego incluye una estampa de la Madre, un prólogo dirigido a las y los carmelitas descalzos, presentando y avalando la obra. En cuanto al texto de la misma, lo divide en siete capítulos, y a cada uno le antepone un sumario, obra suya. También es suyo un epílogo conclusivo, más el comentario mencionado antes, al final de cada capítulo. Observa el P. Tomás:

«Con un acierto incontestable: entre tanto follaje, no permite que el texto teresiano quede sofocado. A las palabras de la Santa les reserva todos los honores tipográficos»[7].

COPIAS DIGITALES

Modo de visitar los conventos

Este escrito de Teresa de Jesús, redactado a instancias de Jerónimo Gracián, cuyo autógrafo original se conserva junto a Vida, Camino y Fundaciones en la Biblioteca del Escorial, permaneció inédito hasta fecha más tardía que el resto de obras. El gobierno de la Orden, la Consulta, promovió su edición y saldría publicado en Madrid en 1613, con un formato de bolsillo, precedido de un prólogo del P. General Alonso de Jesús María. Llevaba por título ‘Tratado del modo de visitar los Conventos de Religiosas descalças de nuestra Señora del Carmen. Compuesto por la santa Madre Teresa de Jesús, su Fundadora’.

Alonso de la Madre de Dios fue uno de los más destacados adversarios de Jerónimo Gracián, y por esa razón, se eliminaron del texto todas las posibles referencias al mismo, así como el epílogo en el que la Santa dialoga con él y lo ensalza.

No hemos encontrado copia digital de esta edición. La más antigua disponible online por ahora es de 1630, en este enlace.


[1] ÁLVAREZ, Tomás, «Santa Teresa “editora” del Camino de Perfección» en la revista Monte Carmelo, 116/1, Burgos, 2008, p.3.

[2] Habría que excluir las Constituciones aprobadas por el Capítulo de Alcalá en 1581, que ella insistió a Gracián que se publicaran enseguida, aunque no es un texto propiamente redactado por ella, sí se considera un código teresiano.

[3] LEZCANO, Rafael, “Fray Luis de León, editor y biógrafo de Teresa de Jesús (1515-1582)”: Analecta Augustiniana 78 (2015), p.87.

[4] ÁLVAREZ, Tomás, «Fray Luis de León y santa Teresa de Jesús: El humanista frente a la escritora», Estudios Teresianos, I, Burgos, Monte Carmelo, 1995, p.496.

[5] Prólogo de Teófanes Egido al facsímil de la primera edición del Libro de las Fundaciones, publicado por los Ministerios de Justicia e Interior y la Biblioteca Nacional del Ministerio de Cultura, 1995, pp. XXXVI-XXXVII.

[6] ÁLVAREZ, Tomás, «Los Conceptos y su edición príncipe» en Estudios Teresianos, II, Burgos, Monte Carmelo, 1996, p. 344.

[7] Ibid., p. 349.

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