Ingenuo de mí, yo pensé que había sólo una lideresa, ya saben, la condesa consorte, la intelectual de los calcetines, la jefa del espionaje, la gurtelesa de Madrid. Pero no, no es así, por lo menos hay otra diva de la política más.
Y si no juzguen ustedes. Todo parte de las reacciones y declaraciones de los líderes políticos sobre los resultados de las elecciones catalanas. Bueno pues parece razonable que Montilla tire la toalla y se marche a casa, después del descalabro. Como parece normal y lógico que Mas, Camacho y Laporta estén contentos con los resultados, menos lógico que Puigcercós pierda estrepitosamente y no deje el camino libre, y parece normal que Herrera, siempre prudente, haya hablado de resultado discreto.
Hasta ahí todo más o menos como suele ocurrir, se exageran los triunfos, se tratan de disimular los fracasos y todos tan contentos, y hasta la siguiente contienda.
Pero resulta que hay quien está despechada, se siente incomprendida y se ha visto en la obligación, después de obtener unos resultados de risa, de dar otra oportunidad a los catalanes. Y no es ironía, tal cual. Así lo ha dicho Rosa Díez la diva trasversal que pretende, de forma populista, obtener votos de todas partes, cuyo partido UPyD no es sino un chiringuito personalista y basado en dos ideas fundamentales: el españolismo centralista y el seguidismo fiel a la diva.
Esta mujer, que sigue todavía resentida por haber perdido sus opciones para liderar el PSOE en su momento, ha dicho, textualmente, al conocer los resultados de su partido en Cataluña: "Volveremos a dar a los ciudadanos la oportunidad de votarnos".
La diosa se ha visto traicionada por los catalanes, sin embargo, ella que es dadivosa, bondadosa, nada rencorosa y muy hacendosa ha perdonado al pueblo catalán y le va a dar otra oportunidad. Y su partido volverá a concurrir --a pesar de la incomprensión y desfachatez que ha tenido el pueblo catalán para con ella y sus muchachos-- a las elecciones catalanas.
La razón esos 5293 votos que la sitúan en el decimosexto puesto de los partidos presentados, por detrás, por ejemplo, del esperpéntico CORI de Carmen de Mairena o del PACMA, partido antitaurino. Pero lo que parece que le repatea a la lideresa Díez es que un partido independentista como SI, que lidera Laporta, y que ella dice que es un partido antisistema, haya obtenido veinte veces más votos que ella y cuatro escaños.
En fin, esperemos que sea el principio del fin de un partido que ni se necesita ni se le espera (al menos en Catalunya y esperemos que en todo el país) y que tiene una visión rancia y radical de la unidad de España, basada en el enfrentamiento entre el españolismo central y las autonomías periféricas. Para eso ya se las pinta muy bien el Partido Popular.
Salud y República