Un pequeño grupo de personas en Google decide crear una hoja de cálculo para compartir sus salarios.
En medio de la conversación, se les ocurre subir ese documento a un repositorio compartido donde el resto de los empleados de la compañía pueden acceder a él, y el movimiento desencadena, en menos de un día, una intensa reacción viral que culmina con una gran cantidad de empleados haciendo público en ese documento no solo su sueldo, sino también detalles de todo tipo sobre sus bonus y otra información relativa a sus esquemas de compensación.
Hasta aquí, la primera parte de la reflexión: intenta imaginarte qué podría pasar en tu compañía si ocurriese algo así - o si tienes los santos arrestos para ello, intenta ponerlo en marcha. Ojo, no hablamos solo de salarios brutos, de quién cobra más y quién cobra menos, sino de una completa hoja de cálculo que permite, por ejemplo, comprobar con qué criterio se reparten los complementos salariales, qué jefes otorgan más bonus que otros, o consolidar datos para, por ejemplo, obtener diferencias ya no entre diferentes categorías, sino en función de criterios como raza, sexo, etc.
Según la legislación laboral estadounidense, es ilegal intentar impedir que los empleados compartan detalles sobre sus retribuciones, a pesar de que en muchas compañías se utiliza como una parte de la negociación salarial. La asimetría informativa suele verse como una de las armas fundamentales de gestión de un colectivo: solo desde determinados niveles se tiene la visibilidad completa de todos los demás. Y la segunda parte del razonamiento tiene que ver precisamente con eso: ¿realmente es positivo ese nivel de transparencia? ¿Sería bueno - desestimando un cierto tiempo necesario para procesos de ajuste cultural - que las empresas se gestionasen así?
La presión sobre la transparencia es progresiva: cada vez son más las compañías que están sujetas a obligaciones tales como hacer público el sueldo de determinados cuadros directivos, o que aceptan hacerlo como forma de adquirir un compromiso con sus accionistas. Sin embargo, el salario de todos los empleados a todos los niveles suele entenderse como algo sometido a la legislación de privacidad, y es muy raro que se comunique más allá de parámetros estadísticos agregados (masa salarial, media, etc.)
Obviamente, la retribución de una persona puede recoger muchas, muchísimas circunstancias. Pensar que todo trabajador de un nivel o con una ocupación determinada debe cobrar lo mismo parece una simplificación burda y poco lógica, que solo se aplica adecuadamente a determinados puestos en los que todo el output es perfectamente mesurable: más allá de la pura productividad, parece claro que existen muchísimas cuestiones que pueden llevara a que una persona cobre más que otra haciendo teóricamente lo mismo. Simplemente el hecho de atraer a esa persona cuando trabajaba previamente en otra compañía, algo que todas las empresas pueden decidir hacer en un momento u otro, puede conllevar tener que ofrecerle a esa persona una cantidad mayor, pero existen infinidad de circunstancias adicionales posibles.
Por otro lado, existe un evidente punto de fricción cuando consideramos las prioridades de una empresa: el equilibrio entre buscar la satisfacción de clientes, de accionistas y de trabajadores está sujeto a multitud de cuestiones, que a menudo además pueden ir cambiando según las circunstancias. Que una empresa como Alibaba.com afirme en una carta a sus empleados justo antes de salir a bolsa que su prioridad siempre será "el cliente primero, el empleado segundo, el accionista tercero" es algo que queda indudablemente muy romántico, pero sería interesante ver en qué se traduce a nivel salarial, porque esos tres fines obviamente mantienen posibles conflictos entre sí.
¿Estamos ante una tendencia o simplemente un hecho aislado? ¿Qué ocurriría en tu compañía si un grupo significativamente alto de empleados hiciesen públicos sus salarios? ¿O si cambiase la política corporativa y se hiciesen públicos internamente? ¿Sería bueno o malo desde el punto de vista de la gestión que todo el mundo supiese lo que cobran todos sus compañeros?
Las respuestas, el tiempo las dará.
Fuente: Enrique Dans.
C. Marco