Mucha veces utilizamos las limitaciones como excusa (no he tenido tiempo…), pero según Rubén Alzola necesitamos límites para ser productivos:
Limitar la duración de tus tareas también ayuda a aumentar tu concentración en las mismas. Es un hecho comprobado que trabajamos mucho más concentrados si sabemos cuándo acabaremos con esa tarea, aunque sólo sea por el momento, que si nos enfrentamos a la misma sin ninguna hora de fin en mente.
Por otro lado, dedicar a una tarea que nos produce resistencia un tiempo limitado, pongamos cinco minutos, hace que nuestra mente sea engañada y nos pongamos mucho más fácilmente a la misma: “sólo son cinco minutos”.