Academia de Maquinistas de Ferrol
(1) El Cuerpo de Maquinistas estaba constituido en julio de 1936 por el escalafón del Cuadro 1. En la Primera Sección, los empleos eran de general maquinista (general de brigada) a teniente, y en la Segunda Sección (a extinguir) los empleos eran: primer maquinista (teniente), segundo (alférez) y tercer maquinista (alférez graduado), la Primera Sección se nutría de la Segunda por medio de una oposición y varios cursos en la Academia de Maquinistas de Ferrol.En julio de 1936 los Maquinistas, jefes y oficiales, que habían hecho el curso de Submarinos ascendía a 116, distribuidos de la siguiente forma: 28 en la primera sección y 88 en la segunda (ver Cuadro 2) de ellos 50 estaban embarcados en submarinos o destinos afines; ninguno pertenecía a la Primera Sección, cuatro eran primeros maquinistas destinados en tierra (tres en Cartagena en la Estación de Submarinos y Dique flotante y uno de Cargo en Mahón); 15 segundos en submarinos y buque de rescate "Kanguro", y 31 terceros, todos en submarinos. Del total, 29 quedaron en zona sublevada y 86 en zona republicana, recordemos que todos los submarinos y sus bases quedaron en poder de la República. De un solo maquinista se desconoce en que zona quedó y su trayectoria.
Atendiendo al total de efectivos de los maquinistas submarinistas, el 18 de julio de 1936, quedaron en zona sublevada 216 hombres, de ellos 173 se adhirieron a la sublevación, otros 39 de declararon republicanos y de 4 de ellos se desconoce su afiliación. En zona republicana quedaron 291 de los que 279 fueron leales a la República, dos eran partidarios de los sublevados y de los otros 10 se desconoce su adscripción.
Quizá no sea aventurado decir que los submarinistas, técnicos especializados, eran la vanguardia progresista de un Cuerpo progresista, claramente republicano, liberal y no extremista.
Como dato a tener en cuenta cabe destacar que 62 de los Oficiales que prestaron servicio en la zona republicana, continuaron carrera en la Armada franquista después de la guerra. El 12 de julio de 1940 se promulgó una Ley para reorganizar las escalas de los distintos Cuerpos y Armas de las Fuerzas Armadas en la que se dice:
"En el periodo actual de liquidación de la Guerra se han incorporado a las filas de los ejércitos personal que por diversas causas no actuaron con las tropas nacionales"
Los muertos en combate o acto de servicio
Iniciamos este distinguido grupo con la muerte, mandando un batallón en Nonín (Oviedo), en el Frente Norte, el 14 de octubre de 1936, del segundo maquinista Guillermo Martínez López, quien por desear combatir desembarcó de la Flota en Santander y se presentó a Bruno Alonso pidiendo un puesto en el combate. Su muerte fue heroica defendiendo la posición encomendada.
Un mes y medio antes de la muerte de Martinez López había fallecido el primer maquinista Alicio Vázquez Hinojosa, también combatiendo en tierra, en Llerena (Badajoz), Frente de Extremadura.
El 17 de octubre de 1936 desaparece en aguas de Estepona el submarino B-5 y con él su dotación de la que formaban parte cuatro maquinistas: el de cargo, segundo maquinista Miguel Godinez Avecilla; y los terceros Bartolomé Tudela Lorca, José Díaz Martínez y Joaquín Muiños Rico.
El submarino "B-5" en Cartagena
El 12 de diciembre de 1936, el submarino C-3 se hunde, a causa de una explosión, en las proximidades de Málaga. Solo se salvaron de la muerte dos hombres que se encontraban en la torreta. Todos lo maquinistas murieron: el segundo José Sastre Gabarrón y los terceros Miguel Palmer Bonet, Juan Baamonde López y Antonio Asensio Martinez.Recreación del submarino "C-3"
El 30 de diciembre de 1936, el submarino C-5 se hunde en las proximidades de Ribadesella, sin dejar rastro ni supervivientes. Mueren sus cuatro maquinistas: el segundo Eusebio Fernández Vázquez y los terceros Mario Montenegro Vieites, Diego Martínez Otón y Mariano Sánchez Velasco.Submarino "C-5"·
Fusilados y paseados durante la guerra
El 11 de octubre de 1939, el segundo maquinista Francisco Baptista Florence es fusilado contra la tapia del cementerio de San Fernando (Cádiz), le acompañan en el paredón otros dos maquinistas que no eran submarinistas: los segundos Aquilino Pombo Ríos y Enrique Fernández García. Fueron fusilados sin juicio, les sacaron del Arsenal, les llevaron al cementerio, les mataron y allí los dejaron. Eran los maquinistas más antiguos en sus barcos, respectivamente "Elcano", "República" y "Lauria".
El 19 de septiembre de 1936, es hundido el submarino "B-6", combatiendo con el destructor "Velasco" y el remolcador "Galicia", a unas quince millas al norte de Cabo Peñas. Los supervivientes fueron sometidos a consejo de guerra y murieron ejecutados once hombres, entre ellos los maquinistas segundos Juan Cumbrera González y terceros Fernando de Pascua Galiano y Andrés Navarro Barcelona. El tercer maquinista Baltasar Zaragoza Nicolás, también condenado a muerte, fue indultado.
El "B-6" hundiéndose, visto desde el "Velasco"
Fusilados después de la guerra
El 29 de abril de 1939, es fusilado en Cartagena el Teniente Coronel Maquinista Benito Sacaluga Rodríguez, submarinista a bordo del A-0 en 1916, condenado por rebelión militar en la Causa 4/39. Había sido durante la guerra Jefe de Máquinas del acorazado "Jaime I", Jefe de los Servicios de Máquinas de la Flota y director de la Escuela Naval Popular. En junio de 1931 formó parte de la Comisión de Maquinistas que, por orden de Casares Quiroga, ministro de Marina, debía estudiar y proponer la reorganización de las funciones encomendadas al Cuerpo.
El 29 de julio de 1939, en cumplimiento de la sentencia de la Causa 130/39 fue fusilado en Cartagena el primer maquinista Antonio Barrera Rodriguez. En julio de 1936 estaba en Mahón con Cargo de la Base Naval. Su hija, Encarnación Barrera Beardo, estaba casada con el del mismo Cuerpo Aquilino Pombo, cuya muerte hemos visto líneas arriba.
Condenados en Consejo de Guerra
Diecisiete fueron los maquinistas republicanos condenados a diversas penas de prisión en los Consejos de Guerra celebrados a partir de 1939. Destacan los cinco condenados a prisión perpetua, los doce restantes acumularon un total de ciento veintiséis años, distribuidos en dos condenas de veinte, una de quince, tres de doce y de seis años las restantes. Entre los condenados a cadena perpetua, el primer maquinista Manuel Ortega Álvarez, soltero, sin familia, natural de Utrera, no resistió la prisión y se suicidó.
Los exiliados
Dieciocho maquinistas eligieron el exilio al final de la guerra; unos pasaron a Francia, tras la ocupación de Cataluña, y otros se fueron con la Flota a Bizerta.
El capitán Tomás Acción Golpe, jefe de máquinas del crucero "Libertad" durante la guerra, desembarcó en Bizerta y tras permanecer en el campo de Maknassy pasó a Argelia, donde vivió hasta su muerte. También en Bizerta comenzó una nueva vida el maquinista Vicente Selles Vaello, trabajó en ferrocarriles, pesqueros e incluso montó una fábrica de lámparas; falleció en Túnez en 1957. Había sido jefe de máquinas del "Ulloa".
Alfonso García Martinez, segundo maquinista, jefe de máquinas del "José Luis Díez" cuando este buque pasó el Estrecho, falleció en Méjico pocos años después. Las peripecias de los maquinistas Ginés Jorquera García y Julio Lizano Otín tras su paso por Francia fueron paralelas. Para poder salir del campo de concentración en el que la republicana Francia les tenia encerrados, se alistaron en una compañía de trabajadores, la número 117, que prestaba servicio en el Departamento de Nord, a unos 30 Km. de Dunquerque; tras el ataque alemán, pasaron a Inglaterra, que los devolvió a Francia, huyendo de nuevo a Inglaterra y de allí a Casablanca, donde encontraron trabajo. Ambos fallecieron en el exilio.
Sudamérica en general y Venezuela en particular, acogieron a muchos de ellos, tanto por afinidades políticas como por necesidad de técnicos cualificados. Ejemplo de ello fueron los terceros José Fernández Ortega, que tras navegar por todo el mundo se instaló en Venezuela, donde murió; José Fernandez Santiago, que aunque vivió en Venezuela largos años puedo volver a España, falleciendo en 1972. El primer maquinista no submarinista Epifanio García González, masón, venerable de la Logia de Cartagena Atlantida, fue profesor de la Escuela Naval de Venezuela.
Los que continuaron carrera
Catorce maquinistas submarinistas, que habían prestado servicio en zona republicana, pudieron continuar carrera al finalizar la guerra. Las Causas que se les formaron para determinar sus conductas, bien fueron sobreseídas o resueltas con absoluciones o ligerisimas penas. Para ello tuvieron que demostrar su ideología antes del 18 de julio o que durante la guerra habían actuado en quinta columna. Los "avales" de personas afectas al bando sublevado fueron fundamentales en la llamada "depuración".
Cabe destacar en este apartado al maquinista Antonio Porta de la Grela, comandante en 1935, hizo la guerra en zona republicana, donde ascendió a teniente coronel en 1937, estaba destinado por Orden Ministerial, de 7 de junio de 1936, como auxiliar del Primer Negociado y Detall de Auxiliares y Máquinas y Fogoneros de la Sección de Máquinas, en Madrid. Es el único submarinistas que pasó la llamada "depuración" sin problemas y que alcanzó el generalato.
(1) Extractado de "El Cuerpo de Máquinas en los Submarinos durante la Guerra de España". Antonio de la Vega Blasco, Capitán de Corbeta. Revista de Historia Naval (20/1988). Instituto de Historia y Cultura Naval. Armada Española.