Los mares petrificados

1996.- Subí al despacho de un profesor de la facultad, a revisar un examen o un trabajo. Ya no recuerdo el qué. Hablamos durante algo más de una hora, primero del tema en cuestión, y luego de literatura en general. Al final era eso lo que nos unía a los dos en aquella Universidad. Antes de irme me dijo, “espera, quiero hacerte un regalo”. Y buscó entre sus libros. Sacó un pequeño cuadernillo, casi artesanal, y me lo entregó. “Te gustará”. Miré el título, parecía una premonición: Lo imprevisto.

2003.- Por los caminos de las coincidencias me encuentro a mi amigo Miguel G. Morales, que realiza un documental sobre los integrantes de la generación de Gaceta de Arte. Me pide ayuda. Hablamos de Domingo López Torres, de la fuerza de Lo imprevisto, del desgarro humano, del olvido mezquino y vil de su obra, rescatada en los 80 por Sánchez Robayna y CB Morris. Nos sumergimos en aquellos versos “qué profundo correr por mares de silencio”… Decidimos que algún día haríamos un documental en exclusiva sobre el Lorca de los poetas canarios.

2011.- Todo toma forma. Fragua. Se forja. Estamos rodando nuestro ansiado documental sobre López Torres. Nos acompaña Pedro Guerra. Estamos redescubriendo la más clara voz de las vanguardias artísticas en las Islas. Y da miedo, y da vergüenza el desconocimiento que hay. Y da pena.

Foto: Desiree Martín

Y nos enorgullece alzar la voz, aunque pocos entiendan nuestros gritos. El eco de otros ruidos nos los apagan.

Sólo esperamos que con los versos de Domingo, con la voz de Pedro, con los testimonios de los especialistas entrvistados, con mi guión, con las imágenes de Miguel, y con el trabajo de las casi 40 personas que forman el equipo de Los mares petrificados, Canarias recuerde que “lo nuestro” es algo más que una bandera de tres colores, el Teide, Teror y Candelaria.