Realizado sobre 1602 a 1604, es un óleo sobre lienzo de 300 X 203 cm. Se encuentra en los Museos Vaticanos.
Es considerada una de las obras maestras de Caravaggio, encargada por Girolamo Vittrice para la capilla de la familia en Santa María en Vallicella en Roma. En 1797 fue incluida en el grupo de obras trasladadas a París por el Tratado de Tolentino y entró a formar parte de la Pinacoteca de Pío VII tras ser devuelta en 1817.
Caravaggio no representa en realidad la Sepultura ni el Descendimiento de la manera tradicional, ya que el Cristo no está descrito al ser bajado a la tumba, sino cuando, en presencia de mujeres devotas, es colocado por Nicodemo y Juan sobre la Piedra de la Unción, es decir, la piedra tumbal con la que se cerrará el sepulcro. Alrededor del cuerpo de Cristo se colocan la Virgen, María Magdalena, Juan, Nicodemo y María de Cleofa, quien alza los brazos y los ojos al cielo en un gesto de altísima tensión dramática.
Caravaggio, que llegó a Roma en 1592, fue el protagonista de una verdadera revolución artística en lo que se refiere a la manera de tratar temas, al uso del color y de la luz y, sin duda alguna, fue la personalidad más importante de la corriente "realista" de la pintura del siglo XV.
Por Ramón Martín