Me llaman de una emisora de radio italiana y me preguntan sobre lo que más se ha deteriorado en España, en los últimos años. Les he dicho que la política, en primer lugar, la universidad, en segundo, y el periodismo, en tercero. Me han preguntado por otros colectivos degenerados y les he mencionado a los funcionarios, los jueces y los militares. Les he dicho que la corrupción de los políticos es más importante que todas las restantes juntas y que han sido los políticos los que han infectado al resto de la sociedad, que era saludable y llena de valores cuando murió el general Franco. ---
Les he dicho también que la degradación de España ha sido sorprendentemente fácil por dos razones: los políticos han hecho un gran trabajo de compra de voluntades, engaño y demolición de los valores, mientras que los españoles, por su parte, han demostrado ser fácilmente corruptibles por medio de la codicia, la vagancia y por una cobardía que contrasta con el valor demostrado en el pasado y que les predispone hoy para ser esclavos.
Políticos.- Han sucumbido a las delicias del poder y del dinero y se han convertido en una casta de privilegiados casi impunes, en el mayor problema de España y en el gran obstáculo que impide el despegue, la prosperidad, la dignidad y la fortaleza de la nación.. Han mentido, robado, eliminado los controles de la democracia, comprado voluntades, invadido la sociedad civil, sojuzgado a las instituciones y desplegado un intenso trabajo de mentiras y estafas, al mismo tiempo que extendían la corrupción a todos los niveles y ámbitos de la sociedad. Todo lo hicieron para controlar el poder si trabas, sin los lógicos controles democráticos y sin tener que rendir cuentas a nadie. Han convertido la democracia en una pocilga diseñada para canallas y totalitarios disfrazados de demócratas y han terminado sirviéndose a ellos mismos y a sus partidos, al mismo tiempo que abandonaban a los ciudadanos y a las leyes y normas democráticas. Si existe un Dios justo, los políticos españoles merecen un infierno eterno y toda una vida encarcelados. Para culminar su cochambroso trabajo contrario a la Constitución y a las leyes, se han endeudado hasta la locura, han esquilmado a los ciudadanos para disponer de dinero y lo han gastado en comprar voluntades y conciencias.
Universidad.- La Universidad, que nació para ser foco de luz y de ciencia, se ha convertido en España en una fábrica de analfabetos, incapaces de discernir y preparados para ser esclavos. Es cierto que han sido los políticos los que han cambiado los planes y eliminado la sabiduría a martillazos, pero los catedráticos y rectores los han dejado hacer y se han comportado como prostitutas, permitiendo el asesinato de la luz, el saber y la ciencia. La calidad de la enseñanza ha caído en picado y los planes y programas se han adaptado a los nuevos canales impuestos por los políticos: bajo nivel, eliminación del esfuerzo, asesinato de la excelencia y adoctrinamiento para fanáticos y esclavos.
Periodismo.- Ante la dificultad de comprar a los periodistas, donde existía un alto aprecio por la libertad, los políticos han comprado a los editores y han conseguido que los puestos de trabajo estén condicionados a la sumisión y adaptación del periodista a las exigencias de la lineal editorial. Los políticos han empleado miles de millones en comprar medios y los medios han impuesto la autocensura, que es más eficaz que la censura. Además, los partidos han comprado esbirros y secuaces que se dedican a destrozar al adversario y a llenar el sistema informativo de basura, mentiras, oscuridades y bajezas. Encontrar un periodista independiente y honrado en España es cada día más difícil, aunque por fortuna algunos siguen resistiendo al contubernio opresor de políticos corruptos y editores corrompidos.
Funcionarios.- La traición de los funcionarios a la ciudadanía y a la patria ha sido escandalosa y repugnante, aunque algunos se han resistido heroicamente a arrodillarse ante los políticos. La sumisión de los funcionarios ha permitido que los servicios públicos se deterioren, que la corrupción ocupe casi todo el escenario y que la legalidad democrática salte por los aires muchas veces. Sin apenas resistencia, han sustituido el servicio a la nación y a los ciudadanos por el sometimiento repugnante a los políticos, que han transformado el sistema par promocionar a los esclavos y marginar a la gente libre. La labor, además de corromper, ha eliminado la eficacia y la dedicación y ha convertido a las administraciones en trampas para conejos y en oficinas siniestras donde pocas cosas tienen solución.
Jueces.- Lo de los jueces españoles ha sido de una gravedad extraordinaria y de una bajeza sublime. Las leyes y la constitución se violan a diario y si el violador es un político amparado por su poderoso partido, es prácticamente impune. Hay decenas de miles de políticos españoles que no pueden justificar sus patrimonios, productos del expolio y el vulgar robo. Hay jueces politizados que defienden a sus partidos. La carrera judicial reproduce todos los vicios de la política y la consecuencia es una justicia ineficaz, lenta y llena de arbitrariedad.
Militares.- El socialismo español ha domesticado a la milicia con una eficacia extraordinaria. Para lograrlo ha utilizado dos resortes: el dinero y el control de las carreras. Si te sometes y formas parte de la camarilla del poder, puedes ganar mucho dinero y ascender de manera fulgurante, alcanzando el generalato, algo imposible si eres crítico o tienes respeto a la Constitución, la democracia, el honor y la verdadera lealtad. Hay heroicas excepciones, pero el grueso de las Fuerza Armadas están hoy contaminadas por la política y la corrupción. Muchos oficiales han tomado partido y militan al lado de los chorizos y corruptos. El pueblo confiaba en los militares como defensores de la patria y de la unidad, pero hoy son pocos los que creen que la milicia española es un muro recio de defensa frente a los chorizos y canallas.
Francisco Rubiales