Las enfermedades mentales siempre han sido un tema envuelto en mitos.
La gente cree que una sensación de tristeza siempre se relaciona con depresión y ansiedad, y que los enfermos mentales son menos inteligentes que otros, aunque no es verdad.
Un estudio recién publicado revela: ‘los más inteligentes’ están bajo riesgo de enfermedades mentales.
Según estos científicos, un alto grado de inteligencia es el factor de riesgo de trastornos psicológicos y fisiológicos. Los expertos supusieron que las personas con un alto cociente intelectual tienen un sistema nervioso central demasiado sensible a cualquier impacto.
Por ejemplo, un mínimo insulto o un sonido extraño pueden provocar una reacción crónica de estrés, según explica el Dr. Nicole Tetreault. Para comprobar la teoría, los investigadores exploraron a 3.715 miembros de American Mensa, Ltd. Según se suponía, los investigados tenían un alto grado de inteligencia.
El equipo estudió sus trastornos psicológicos, tanto supuestos como diagnosticados (trastorno por déficit de atención con hiperactividad, trastornos del espectro autista, trastorno de ansiedad generalizada).
Además, se estudiaron trastornos fisiológicos como la alergia a los alimentos o el asma. Los datos de los miembros de American Mensa, Ltd. fueron comparados con los de la estadística promedio para cada enfermedad.
Los resultados coincidieron con las expectativas de los científicos: resultó que los encuestados con un alto grado de inteligencia tenían una tendencia considerablemente alta hacia diferentes enfermedades.
Por ejemplo, un 10% de la población estadounidense sufre de alguna forma del trastorno de ansiedad, y este trastorno se detectó en un 20% de los examinados. “Un alto nivel de inteligencia aumenta las probabilidades de la enfermedad en 2-4 veces en comparación con un norteamericano promedio”, explica una de las autoras del estudio Audrey Kinase Kolb.
El estudio revela un aspecto negativo de ser inteligente, ya que los detalles del funcionamiento del organismo resultan ser un arma de doble filo pues influyen en ámbitos diferentes, según concluye la autora principal del estudio Ruth Karpinski.
“Los resultados presentes son relevantes, ya que esas personas sufren cada día las consecuencias de su excitabilidad emocional y física excepcionalmente alta. Es importante que la comunidad científica investigue el alto grado de inteligencia como el centro del sistema de mecanismos que pueden provocar ciertos trastornos”, resumió la investigadora.
El equipo espera desarrollar este campo de estudios. De momento, los resultados pueden servir para disipar el mito popular que dice que la gente que sufre de enfermedades mentales es poco inteligente.
Referencias: sputniknews, sciencedirect