Llega el mes de mayo y nos trae las flores, el sol y los colores, la primavera despierta a la naturaleza y los pueblos del hemisferio norte quieren festejarlo en comunidad. Esta fiesta tradicional es conocida como Los Mayos y actualmente, con diferentes formas, se celebra en gran parte de Europa, EEUU, América Latina y a lo largo y ancho de toda la península Ibérica. Los orígenes de la tradición se funden con las raíces de los pueblos fenicios que adoraban a sus dioses en acontecimientos importantes como el cambio de las estaciones. Los griegos y los celtas adoptaron esta tradición cuya protagonista era la naturaleza. El tiempo atraviesa las culturas y las transforma, en este caso el tótem sagrado que solía coronar los mayos fue sustituido por la cruz cristiana. Hay lugares en los que la fiesta se identifica con la virgen María, que al fin al cabo no deja de ser una asimilación de las diosas de la fertilidad a las que siempre se adoró en estas fechas.
Mayo tradicional. Foto: Sara Gordón
Mayo que representa la termas, reclamo turístico por excelencia de la ciudad de Ourense. Foto: Sara Gordón
En esta entrada me voy a centrar en Ourense donde la tradición de los mayos está muy arraigada y su celebración ha sido declarada de interés cultural. El primer domingo de mayo las calles del centro de la ciudad se llenan de gente, cada grupo va llegando a la Rúa do Paseo a lo largo de la mañana y colocando su mayo. El ambiente es festivo, se diferencia a los participantes porque suelen llevar la misma camiseta y los transeúntes van parándose y charlando con los artistas. En la calle Lamas Carvajal, llegando a la plaza mayor, se colocan los mayos de los colegios y los niños se apresuran a vender sus coplas. Hay dos tipos de mayos; el tradicional, que es un cono vegetal adornado con símbolos, flores, musgo y demás vegetación de la zona, y el artístico, que suele representar una escena de la vida cotidiana. Este año en la última categoría se presentaron mayos con motivos de la matanza del cerdo y una escena en una pulpería.
Los mayos representan escenas que inundan el día a día de la vida gallega. Foto: Sara Gordón
Otro ejemplo de mayo artístico. Foto: Sara Gordón
Hacía las doce de la mañana el jurado que decidirá el mayo ganador comienza su ronda y la copla inunda cada rincón de la calle. Cada grupo ha compuesto la letra que habrá de acompañar a su mayo. Las coplas hacen referencia a la actualidad de cada comunidad lo cual incide aun más en el carácter comunitario de esta festividad. Había un grupo de la zona gallega de la Ribeira Sacra que entonaron una copla en contra de la construcción de la autopista A-76:
O alcalde de Nogueira
non sabe, non contesta
pásalle como a infanta
que de amor váiselle a testa.
Niños de un colegio de Ourense cantando la copla que han compuesto para su mayo. Foto: Sara Gordón
Otro ejemplo de copla de un colegio en este caso:
Xa chegou a primaveira
xa chegou o mes de maio
e no Paseo, á beira,
nós cantamos sen desmaio.
Nós cantamos sen desmaio
para darle un bo repaso
a todo o entramado que nós temos escoitado.
Que nós temos escoitado
que esa sede do PP
quedoulles moi moi bonita
pagando coa caixa B.
La música popular y los cabezudos recorren las calles durante toda la mañana. Foto: Sara Gordón