Los médicos somos una de esas profesiones que experimentamos la vida de forma diferente porque:
- Vemos el milagro de la vida cuando nace un bebe, somos testigos de la alegría de sus padres y el amor que llena la habitación.
- Estamos frecuentemente presentes cuando mueren personas y a veces nos encontramos a su lado y en contacto físico con ellos, transmitimos las malas noticias de la enfermedad o la muerte de alguien y vivimos de cerca el sufrimiento de sus familiares y amigos, siendo frecuentemente implicados en ese proceso de duelo.
- Somos la mayoría de las veces portadores de buenas noticias, de los informes médicos (si son benignos los tumores o si la citología o la analítica no tiene nada malo).
- También a veces tenemos que informar de malas noticias, informamos a personas de que tienen una enfermedad grave, o empatizamos con los familiares al decirles que su madre, padre, hermano o hijo tienen una enfermedad terminal.
- Somos además los primeros en saberlo, incluso si en el vientre de una madre tiene un niño o una niña.
- Nuestros pensamientos de frustración, éxitos, culpa, tristeza, referidos a nuestra labor, mayoritariamente los digerimos en privado, porque no suelen ser comprendidos en otros ámbitos, por eso nos atribuyen conversaciones monotemáticas al reunirnos.
- Llegamos a oír las historias de la gente, sus miedos, sus problemas más íntimos. Nuestros pacientes confían en nosotros.
- Tocamos partes del cuerpo, olemos los olores íntimos, vemos zonas restringidas, oimos ruidos personales, todos de otras personas que no están en nuestro ámbito cercano pero que son nuestros pacientes.
- A veces no dormimos en toda la noche, porque nos dedicamos a cuidar a los demás.
- Consumimos nuestro tiempo dedicado a los demás, más allá de nuestro tiempo retribuido.
- Llegamos a aliviar el dolor, reducir el miedo y tranquilizar, quizás no siempre, pero sin duda más a menudo que la mayoría de personas, y lo hacemos sólo con nuestra presencia al lado del que sufre, con nuestra escucha activa, con el contacto físico sensible, con una simple mirada a la cara de la persona que nos busca.
- Y a veces, también nos olvidamos de cuidar de nuestra propia salud.
Texto basado y traducido libremente de este blog: http://www.kevinmd.com/blog/2016/08/doctors-experience-world-differently.html
Médico Rural