Alina Sarag tan solo tenía 15 años cuando una negligencia acabó con su vida.
La adolescente fue tratada por cinco médicos distintos de cuatro hospitales británicos diferentes y ninguno de ellos supo diagnosticar la tuberculosis que padecía. Los sanitarios aseguraron que sufría mal de amores y que lo que realmente necesitaba era una psiquiatra o un sanador espiritu.