La sigilosa pero inminente conquista de la oscuridad sobre la mente humana oculta tras la pantalla.
Es un hecho que el cine y la televisión han evolucionado mucho estos últimos años y aunque hemos entrado en una era de increíbles efectos especiales a pesar de eso el cine como tal deja mucho que desear puesto que carece de temas con un verdadero contenido capaz de dejar un mensaje con algo de sentido, que por otro lado aunque la idea del cine o en el caso de las series se trata de mero entretenimiento aun así no está de más la importancia de una buena historia de contenido sustancioso o por lo menos simples momentos de recreo visual que dejen un buen sabor de boca por decir así, sin embargo hay algo todavía más preocupante que un mal y deficiente cine rico solo en efectos especiales y pobre en esencia, el cine oscuro, la nueva tendencia hacia las historias de terror que hablan de muertes violentas trágicas y gráficamente explicitas sin ningún sentido, posesiones, canibalismo, tortura, etc. y todo aquello que alimenta el morbo, en un festín de sangre y espectáculos bizarros cada vez más oscuros y densos creciendo como una epidemia que acapara cada vez más espectadores avanzando a pasos agigantados, pero aun peor muchos de ellos son niños de entre 8 a 11 años y en algunos casos más pequeños que tienen toda la libertad por parte de sus tutores quienes en algunos casos no existe la debida precaución, teniendo a la mano el control de la T.V. o la facilidad del internet donde se gozan de grandes cadenas de entretenimiento que en su mayoría proporcionan este tipo de espectáculo. En un análisis de la violencia audiovisual y sus efectos realizado en la universidad de Oviedo España, muestra como la televisión forma un modelo de referencia en los niños generando ciertos comportamientos. (Bringas, s/f).
En esta tesis Bringas (s/f) explica que el medio audiovisual presenta a los niños los modelos a imitar mostrando una apariencia de lo real ya que la televisión o medio audiovisual lanza falsos estereotipos a través de la pantalla, los niños van construyendo su propia perspectiva del mundo creando una visión falsa de la realidad, por desgracia la balanza se inclina más hacia un solo lado que no es el más adecuado, por lo mismo contando con muy pocas historias buenas y bien estructuradas, desgraciadamente los mismos que manejan estos medios no ponen atención en esto porque la verdad es que no les interesa ya que se inclinan a lo que les resulta más sustancioso hablando por supuesto en cuestión de finanzas como en el caso del cine oscuro que el interés principal está puesto solo en lo que el espectador paga después de todo lo que más se vende es lo que importa sin tomar en cuenta el impacto que esto ocasioné en la mente de quien lo mire, desgraciadamente este es un tema de muy poco interés ya sea por ignorancia o apatía, y aunque la razón sí importa, es aún más perturbadora la consecuencia, simplemente es un entretenimiento fácil de producir ya que no necesita buenos guionistas solo se espera que sea lo suficientemente retorcido para continuar manteniendo a las masas interesadas y porque no decirlo de un bajo presupuesto, ahora la pregunta es ¿qué sucede con la pantalla frente a nosotros y la información que la mente está absorbiendo cuál es la importancia en todo esto, cómo funciona el mecanismo del cerebro y cuáles son sus efectos? Por supuesto tomando en cuenta que estamos hablando del órgano más importante ya que es el principal responsable de quien somos y de todo lo que somos, la mente es la puerta a la conciencia, el carácter, los miedos, la personalidad, pues somos el resultado de toda la información que acumulamos durante el transcurso de nuestra vida y hasta el momento nos guste o no, pues esto puede resultar bastante incómodo, ya que tendríamos que tomar responsabilidad de lo que ven nuestros hijo inclusive de nosotros mismos, porque desgraciadamente algo que muchos ignoran es que la mente no reconoce la diferencia entre la pantalla real y la ficticia y la información que el cerebro recibe la toma como tal y así la guarda acumulando datos con tendencia violenta, macabra y por supuesto depresiva en que los personajes principales son el verdugo y la victima rodeados de un panorama de imágenes violentas generando estrés en el espectador de lo cual el cerebro toma la imagen y la emoción como, ¡esto es lo que observo por lo tanto esto me está pasando a mí, entrando en un mecanismo natural de defensa de manera automática, generando cantidades de cortisol, que en algunos casos se traduce en dolores de cabeza, aletargamiento, conductas depresivas, o sensación de fatiga y falla en la memoria a corto plazo, Según el doctor Jodan Grafman, quien dirigió una investigación con 22 jóvenes en los Institutos Naciones de Salud, las imágenes violentas poco a poco logran la tolerancia a la misma, esta exposición constante parece tener un efecto en como el cerebro procesa las respuestas emocionales, observando la violencia como algo normal y como una manera dentro de la conducta para alcanzar metas, generando una personalidad con tendencia agresiva, por otro lado ¿qué más generan las imágenes violentas? Si el cerebro funciona como un mecanismo autónomo y perfecto que regula las funciones y establece un vínculo entre lo cognitivo y lo conductual, pero por otro lado no es capaz de diferenciar entre la pantalla y la vida real porque ambas las reconoce de la misma manera entonces ahí entra el conflicto, en que momento la recreación audiovisual ha pasado de ser simple entretenimiento a una droga que poco a poco va minando la mente. Según Bringas (s/f) poco a poco por los medios audiovisuales se ha ido produciendo el fenómeno adictivo que además de deteriorar la comunicación, introdujo en el seno familiar una fuente de conflictos dificultando su posible solución al impedir el dialogo entre los mismos, sin embargo analizando de manera individual, que tipo de información estamos almacenando o qué mundo permitimos los padres que nuestros hijo observen sin nuestra supervisión hasta donde estamos dispuestos a tolerar sin tomar responsabilidad de lo que vemos, de lo que vamos acumulando, sin observar como todo esto nos va cambiando no solo a nosotros, a nuestros hijos y hacernos consientes de cómo cada vez nos vamos transformando más en esas personas que detestamos depresivas, miedosas, apáticas, y nos preguntamos ¿en que momento fui perdiendo la confianza en mis propias capacidades?, nuestra mente acepta la violencia como parte de la vida y de lo que somos así que mientras alimentamos el morbo al mismo tiempo vamos perdiendo la capacidad de construir o estructurar el camino que elegimos nos vamos haciendo mentalmente flojos y por consecuencia miedosos y en algunos casos totalmente inútiles para establecer metas, mientras dejamos que nuestra mente se siga saturando con este tipo de información tornándose cada vez más pesada, mientras tanto hay un mundo rico en arte, buenos libros teatro, buen cine y muchas otras maravillas, que para la mente no hay límites, también existe un mundo oscuro, pero al final de cuentas nosotros como seres individuales tenemos la última palabra, elegimos en base a nuestro criterio, sin embargo no podemos dejar esa responsabilidad en manos de nuestros hijo nos toca también enseñarles a recrear la mente de manera constructiva pues ellos serán nuestros sucesores.
Elizabeth Espinosa Moguel