Ante todo, el presente ensayo hace referencia al discurso predominante que los medios de comunicación han empleado a través de su historia como estrategia para persuadir y reafirmar ciertos argumentos nocivos al ejercicio ciudadano.
Por consiguiente, el propósito que suscita este ensayo argumentativo es analizar la incidencia de los medios de comunicación en la autonomía de pensamiento del ciudadano colombiano; es evidente que los medios de comunicación moldean la independencia en el proceso de pensamiento de las personas; en el ámbito nacional, podríamos decir que la reflexión en el individuo se crea a partir de patrones aplicados por los medios de comunicación; por consiguiente, se tiene en cuanta sus discursos, escenarios y cinco autores idóneos sobre el tema y la teoría de la comunicación que revalidan esta disertación.
En consecuencia, desde el apogeo de los medios de comunicación en el mundo, se puede visualizar el impacto que ha generado en las diferentes generaciones y etapas del desarrollo del ser humano, en este caso haremos énfasis en el ciudadano colombiano de la cotidianidad. Para ampliar mejor este argumento, me baso en el planteamiento de que “pronto existirá en cada casa un único punto de entrada para la imagen, la voz, el multimedia y el acceso a Internet. Esta evolución está ya en camino: en un período de entre doce y dieciocho años, será una realidad comercial. Esta aceleración me llevó a concluir que para conservar la rentabilidad hay que ser capaz de dominar toda la cadena: contenidos, producción, difusión y conexión con el abonado” (Ramonet, 1998: 42).
Este pensamiento nos indica que para los nuevos magnates de la industria del entretenimiento más no de la comunicación es primordial dominar tanto a las personas como a las cadenas de televisión, la prensa escrita, radial y el internet ya que se requiere mantener a los ciudadanos y sus respectivas sociedades en forma difusa, adormilada, sumisa y persuadida; sumergidos en los realities show y educados por estos, obteniendo rating y la concentración de casi toda una nación, que al parecer carece de pensamiento crítico y autónoma frente a lo que ven, leen y/o observan; para estos empresarios la comunicación y el lenguaje es, ante todo, una mercancía que hay que tratar de producir en grandes cantidades, predominando la cantidad sobre la calidad, mientras el lenguaje sea más lascivo, vulgar, público fascinará al televidente, espectador y consumidor de la red, lo que hoy podemos encontrar reflejados en nuestra televisión colombiana, que ya no emite programas educativos, ambientales y sociales sino narco-novelas, prosti-novelas, realities show y muertes siniestras.
Para ilustrar mejor esta contextualización podemos percibir como se ha articulado la Televisión, el Computador y el Teléfono para convertirse en una maquinaria efectiva en comunicar, interactuar, persuadir y tratar la información de forma automatizada y rápida sin priorizar en la mayoría de casos por ser una fuente digna, veraz y eficiente en formar ciudadanos aptos para defender el ejercicio de su autonomía y cumplimiento de los derechos humanos. Es por ello, que no se desmerita el bienestar y contribución de los medios de comunicación masiva en el campo académico, social, cultural, político y económico, sin embargo, no se puede desconocer que la maquinaria estatal y paraestatal del país a través de ellos tejiversa, desfasa la realidad e inventa excelentes mentiras que se convierten a la luz pública en verdades absolutas que ciegamente el colombiano casi en su totalidad cree ciegamente y no indaga para saber si manipulan su autonomía o en verdad es una alternativa para reafirmar este ejercicio derecho de todo colombiano. De manera que, “Los medios de comunicación masiva contribuyen en gran parte a fijar las maneras de pensamiento de la sociedad; a establecer la agenda de los asuntos políticos, sociales y económicos que se discuten; a crear o a destruir la reputación de una organización, persona o grupo de personas; proporcionan información y elementos para que la persona o el público construyan, ponderen y formen sus opiniones. Son en muchas ocasiones los intermediarios entre la sociedad y el poder político. Son un poder porque poseen los instrumentos y los mecanismos que les dan la posibilidad de imponerse; que condicionan o pueden condicionar la conducta de otros poderes, organizaciones o individuos con independencia de su voluntad y de su resistencia”. (CARPIZO, 1999: 78).
Está claro que, los medios de comunicación juegan un papel determinante en el pensamiento de las personas, guían el pensamiento del individuo, formando personas sumisas en un letargo mental que no las deja salir de ese círculo vicioso que los medios de información han impuesto en la sociedad; la eventualidad de un pensamiento crítico y autónomo frente a lo que nos muestran los centros de difusión está condicionado por los instrumentos utilizados para inducir a las personas y que tan crítica es la opinión de estos sin que se vea impuesta por los poderes persuasivos de los medios de comunicación masivos.
Por consiguiente, los medios de comunicación apelan a una hiper-persuación del televidente, usuario, cliente o ciudadano del común para reducir la información al sensacionalismo, espectáculo, amarillismo, chantaje emocional, entorpeciendo así la autonomía para pensar, reflexionar y criticar que tipo de conocimiento e información reciben a diario y cómo está sin tomar decisiones afecta directamente la psiquis y estabilidad del ser humano, es por ello que, “Este «chantaje por la emoción» se ha unido a la otra idea extendida por la información televisada: basta ver para comprender. Y todo esto ha venido a acreditar la idea de que la información, no importa de qué información se trate (la situación en el Oriente Próximo, la crisis del sureste asiático, los problemas financieros y monetarios ligados a la introducción del euro, conmociones sociales, informes ecológicos, etc), siempre es simplificable, reductible, convertible en espectáculo de masas, divisible en un cierto número de segmentos-emociones. Sobre la base de la idea, muy de moda, de que existiría una «inteligencia emocional», esta concepción de la información rechaza cada vez más el análisis (factor de aburrimiento) y favorece la producción de sensaciones” (Ramonet: 1986).
Este planteamiento significa, que todos los gigantes de las comunicaciones, telecomunicaciones, informática, publicidad entre otras, van a mantener su dominio sobre la propia autonomía para que el ciudadano siga en su letargo y no tenga la capacidad de tomar sus propias decisiones y elegir sabiamente transformando y emancipando su ser, en este punto de partida encontramos el papel decisivo que tiene el lenguaje en el ser humano porque no solo comunica sino que puede destruir, reconstruir y construir la historia y cultura de la sociedad.
En efecto, este argumento de Ramonet es encontrado en los lineamientos que tiene el escritor Carlos Cuauhtémoc quien expresa sobre los medios de comunicación lo siguiente: “los medios de comunicación, en su afán de vender, han convertido el sexo en su mejor gancho. Se calcula que un adolescente promedio observa, a través del cine y la televisión 10.000 escenas provocativas anualmente: a los 20 años ha visto más de 100.000 y se ha convencido de que el sexo es algo fascinante. Pero lo delicado del asunto es que esta manipulación publicitaria es exenta de la más mínima información con respecto a los peligros del libertinaje sexual. En el mundo hay decenas de millones de contagiados venéreos al año y fallecen por esta causa ciento de miles de personas”
Entonces, debido a la persuasión y sugestión del poder de los medios de comunicación y el internet teniendo en cuenta, el lenguaje especifico y directo que despliegan a un público joven y adultos, estos encontraran falacias, verdades a medias, y una respuesta adecuada o inadecuada a sus inquietudes que los puede conducir a comportamientos ilusorios y repetitivos del icono que les vende un mass media.
Ahora bien, en este caso parafrasearemos a Gadamer estipulando la importancia y el poder que tiene la palabra en todos los aspectos del ser humano y de quien o quienes construyen los discursos, “lo que puede comprenderse es lenguaje. Esto quiere decir que es tal que se presenta a la comprensión. La estructura especulativa del lenguaje se confirma también desde este lado.” (Gadamer: 1960).
Finalmente, es importante concluir sobre la incidencia de los medios de comunicación en la autonomía y patrones de pensamiento en los individuos, lo siguiente:
- Los mass media representan grandes aportes a la inventiva del ser humano (comodidad, automatización de las tareas, inmediatez, entre otras), pero que desde los discursos engendrados por el poder político y económico han generado una ruptura entre información y verdad, entre conciencia y autonomía, convirtiéndose simplemente en medios para someter la voluntad y el pensamiento crítico sometiendo así el verdadero significado y ejercicio ciudadano.
- La autonomía y el pensamiento crítico de las personas esta llamada a intervenir en estos procesos, buscando alternativas para ocasionar un pensamiento emancipador y reflexivo ante las atrocidades, adversidades y falacias que cada día se tejen en la sociedad actual y que nos mantiene en una posición sumisa condenándonos al peligro de la resignación total.
- Las cadenas ya no están en los pies sino en nuestras mentes y es decisión de cada uno de nosotros continuar con una sociedad deschavetada y adicta al consumo del entretenimiento para evadir y no ser responsable de su realidad o trasformar de forma adecuada con una educación integral, critica y autónoma del mercado a seres humanos que sean idóneos y capaces de vivir en sociedad.
- En los medios de comunicación colombianos solo vemos una feroz competencia por el rating de la audiencia y jamás se preguntan ¿estamos haciendo lo correcto? ¿cómo se sienten nuestros espectadores o televidentes con los contenidos que presentamos? ¿damos espacios para que opinen y sus conceptos son tenidos en cuenta? ¿Educamos a un ser humano o estamos educando a un ser para el mercado?
Referencias Bibliográficas
RAMONET, IGNACIO.E “LA TIRANÍA DE LA COMUNICACIÓN”. Editorial Debate, Madrid, 1986.
Ramonet, Ignacio. La tiranía de la Comunicación.1998.
HANS GADAMER “VERDAD Y MÉTODO”. 1960.
Cuauhtémoc, Carlos. Juventud en Éxtasis. 2002
CARPIZO, JORGE. Los medios de comunicación masiva y el Estado de derecho, la democracia, la política y la ética, en Boletín Mexicano de Derecho Compartido. Nueva serie, Año XXXII, No. 96, Septiembre-Diciembre de 1999. Antología Teoría y Métodos de Comunicación Educativa I. recuperado de: Castillo Barragán, Carmen (Maestría en Educación Universidad Marista). 2006. “Medios masivos de comunicación y su influencia en la educación”. http://odiseo.com.mx/bitacora-educativa/2006/06/medios-masivos-comunicacion-su-influencia-educacion. Noviembre, 27 de 2017.