Los medios de transporte y sus enemigos

Lo que no pudieron imaginarse los hombres de pasados tiempos fue de los continuos y trágicos accidentes que ocurrían en las diligencias, sobre todo en época invernal, con las tempestades de nieve y los peligros a los que continuamente estaban expuestos los viajeros. A veces, las diligencias quedaban hundidas entre la nieve. Se señala que en una ocasión, una diligencia quedó enterrada por la nieve y tuvo que ser remolcada en distintos tramos de la ruta. En tiempo tormentoso los viajeros tenían que ir atados con correas a los asientos. Dentro de la diligencia la vida era poco agradable. El espacio era tan reducido que los pasajeros iban muy apretados y no podían cambiar de postura, aunque empezaran a sentir calambres en las piernas.

José Pérez LLorente
Revista Pernía, Núm.19, Abril de 1986 

Notas curiosas

• Las primeras carreteras palentinas fueron las calzadas romanas, que unían las zonas de yacimientos mineros con los puertos de embarque.
• Las carretas tiradas por bueyes hacían un recorrido diario de dos o tres leguas; Las mulas, de seis a ocho.
• La primera diligencia que rodó por España, hizo el viaje de Reus a Barcelona y empleó doce horas.
• Las diligencias tenían que llevar un número bien visible en la parte superior. Se considera el antecedente de las actuales matrículas de los automóviles.
• Un turista inglés, ante un tren que iba a salir, dijo: "Ustedes se vayan, que yo les seguiré poco a poco, y cuando esté cansado, subiré".
• Las diligencias transportaban unos 20 pasajeros a una velocidad, incluyendo las paradas, que no llegaba a los 10 kms a la hora.
• Las despedidas al pie del carruaje eran patéticas, ya que ante las penalidades y obstáculos, existía el temor de que no se volvieran a ver en la vida.
• El principal transporte fue la lana, que se llevaba a los lavaderos de Burgos, y de aquí a los puertos de embarque: Bilbao, Laredo o Santander.
• El medio de transporte más antiguo es el de las vías navegables o canales. Los había en Mesopotamia, hace siete mil años y los chinos lo utilizaban a principios de nuestra era.

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Cuaderno de José Pérez Llorente
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